La salida de Alejandro Guillén Guardia del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) deja a la institución sin viceministros en sus principales áreas de rectoría.
Guillén se desempeñaba como viceministro de Infraestructura, pero desde este miércoles pasó a ocupar la Presidencia Ejecutiva del Instituto Costarricense de Acueductos y Alcantarillados (AyA), según anunció en conferencia, el presidente de la República, Rodrigo Chaves.
El traslado de Guillén se da menos de dos semanas después de Laura Ulloa, quien fungía como viceministra de Transportes. Ella fue separada del puesto por el ministro, Luis Amador, quien alegó pérdida de confianza.
El ahora presidente ejecutivo del AyA fue cuestionado al inicio de su gestión porque avaló que el MOPT desembolsara cerca de $1 millón a la empresa que tuvo a su cargo la construcción de la carretera entre Paquera y Playa Naranjo. El dinero pagado correspondía, en gran parte, a la garantía de cumplimiento, pero se transfirió sin que la constructora hubiera terminado de subsanar las fallas con las que entregó la obra.
Guillén, además, sacó de la unidad a cargo del proyecto a dos ingenieros que se opusieron a dichos pagos. Tanto Guillén como el ministro Amador, negaron que se tratara de represalias.
El ahora exviceministro tenía a su cargo el Programa de Infraestructura de Transporte (PIT) mediante el cual se ejecutaban los fondos del Banco Interamericano de Desarrollo, para obras como la carretera a San Carlos, los intercambios de Taras y La Lima y la ampliación Barranca-Limonal, así como los proyectos del BID-Cantonal.
Ante consultas de la prensa, el presidente no dio mayores justificaciones del cambio de cargo de Guillén, el cual se dio tras la destitución de Roberto Guzmán, en el AyA. También fueron separados el jerarca del Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), Carlos Alvarado, así como el presidente ejecutivo del Instituto de Desarrollo Rural, Eduardo Robert.
Según dijo, él es como un director técnico que cambia a jugadores en un partido porque lo considera necesario.
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El caso de Ulloa
La ahora exviceministra de Transportes, Laura Ulloa, dijo a La Nación que Amador le exigió la renuncia luego de que ella pidiera a los encargados de Tecnología del MOPT que bloquearan una cuenta anónima de correo electrónico del cual le enviaban gran cantidad de insultos y mensajes soeces. Todos iban con copia al propio ministro.
Tras su salida, manifestó que ella había elevado a la Auditoría Interna varias denuncias sobre asuntos internos del MOPT.
“Aparentemente, he incomodado a algunas personas; las identidades, las desconozco. He estado recibiendo, a partir del 10 de enero, una serie de correos bastante ofensivos, soeces, en mi contra, con copia al ministro y a algunos otros funcionarios”, indicó.
Entre las investigaciones que impulsó estaba el manejo de las citas para las pruebas de manejo, que según había indicado meses atrás, la habían llevado a creer que personal del Ministerio intervenía en la venta de cupos, por lo que se realizaría una auditoría.
Ulloa tenía a su cargo la ejecución del plan de sectorización, el cual este Gobierno retrasó aún más, alegando que era necesario realizar mejoras operativas, por lo que su entrada en funcionamiento se pospuso para junio de este año.
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El MOPT tiene además de los dos citados viceministerios, una tercera viceministra, quien ocupa la plaza que en Gobiernos pasados era citada como “oficial mayor”.
Se trata de Ángela Mata, quien fue designada como viceministra administrativa y se encarga actualmente del proceso de reforma de esa institución. También ocupa la vicepresidencia en el Consejo de Administración del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).