El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y el consorcio liderado por la empresa H Solís, acordaron la terminación anticipada del contrato para la ampliación de los 50 km entre Barranca y Limonal, en carretera Interamericana Norte.
El viceministro de Infraestructura, Efraím Zeledón, confirmó que tanto la empresa como la Administración dieron por finalizado el contrato, eso sí “cada uno con argumentos diferentes” que aún deben ser dilucidados en un Centro de Resolución de Conflictos (CRC).
Esto debido a que mientras H Solís alega que hubo incumplimientos y atrasos de parte de la Administración en expropiaciones, traslados de servicios y pagos, factores que impedían seguir adelante con el proyecto, la Unidad Ejecutora señala que hubo abandono de la obra por parte del contratista.
Según el viceministro, el Centro de Resolución de Conflictos deberá decidir cuál de las partes es responsable o si no hubo culpa de ninguna de las dos y, que más bien, el finiquito obedeció a razones coyunturales.
Ese ente, además, debe emitir una resolución respecto a los reclamos económicos planteados por H Solís, que en la solicitud de finiquito enviada a inicios de junio exigió el pago de $23 millones correspondientes a sobrecostos, pagos pendientes por obras ejecutadas, porcentaje de la garantía de cumplimiento por lo ejecutado y el llamado “lucro cesante”, es decir, las pérdidas por no completar la obra, cuyo monto estimaron en $7,4 millones.
De acuerdo con Zeledón, como avance en el finiquito, H Solís ya devolvió a las cuentas del Ministerio de Hacienda el anticipo de más de $30 millones que había recibido. De esta forma, una vez que el CRC emita la resolución, se pagarían los pendientes, se realizarían los cobros por parte de la Administración, en caso de que corresponda, y el contrato ya se daría por finiquitado. La estimación es que ese resultado se conozca este mismo mes.
Atención de la vía
“El proceso legal fue el correcto y no nos impidió promover de una vez y en paralelo nuevos procesos licitatorios, tanto así que ayer (lunes) se emitió orden de inicio a una contratación directa para atender temas de seguridad vial y demás”, afirmó el viceministro.
Este lunes, señaló el funcionario, ingresó la maquinaria de la empresa Conansa para realizar las primeras labores de seguridad vial y conservación de las obras que quedaron en abandono desde finales del año pasado. Esa empresa realizará una atención menor mediante una contratación de urgencia por $3 millones.
Posteriormente, una segunda compañía se encargaría de atender las zonas donde se había realizado algún tipo de intervención para la construcción de la nueva carretera, es decir zonas donde ya había trazados en lastre o terracería a fin de proteger esa inversión. Esas obras que comenzarían a ejecutarse a finales de este año tienen un costo de alrededor de $15 millones.
Para completar la ampliación, el MOPT pretende destinar unos $217 millones de un crédito que se gestiona actualmente con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), por medio del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi). En este caso será necesario empezar de cero un nuevo proceso de licitación para el proyecto global.
Esa gestión ante el BCIE será necesaria porque los cerca de $150 millones remanentes del crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), con el que originalmente se ejecutaba el proyecto, serán destinados a la carretera a San Carlos y al pago de las contrataciones de urgencia, así como a la eventual indemnización a H Solís.
Las obras de Barranca-Limonal que fueron adjudicadas al consorcio H Solís-La Estrella por $182 millones y recibieron la orden de inicio en agosto del 2020, quedaron con un 18% de avance tras haber consumido más de dos años del cronograma y unos $34 millones del presupuesto.
La ampliación de ese trayecto de la Interamericana Norte debía estar lista a inicios de este año, sin embargo, el proyecto enfrentó una serie de atrasos que el Gobierno achacó a la constructora, al tiempo que la empresa alegó problemas en diseños, expropiaciones y otros atribuidos a la Administración.
Esa situación sumada a las intenciones de la empresa de buscar el finiquito, llevó al MOPT a intentar la cesión del contrato a otras constructoras, pero esa opción no prosperó y solo alargó la parálisis en el proyecto y el encarecimiento del mismo, pues ahora su costo es de $217 millones, que representan unos $63 millones de más considerando lo que ya se invirtió en la obra.
El tramo forma parte del corredor en el cual están incluidos los trayectos Limonal-Cañas, del que se habilitaron cuatro carriles en abril, pero aún no ha sido totalmente finalizado; y el de Cañas-Liberia, inaugurado en el 2016.
Proyecto paralizado
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