A cinco semanas de su entrada oficial en operación, la empresa APM Terminals enfrentó la primera crisis en la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), en Limón.
La evidencia más clara fueron las largas presas de furgones a la entrada del puerto, que a su vez provocaron el colapso vial en la zona, la mañana de este jueves.
Representantes de la terminal portuaria y el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) coincidieron en que una causa clara de este caos fue el anuncio del cierre de la ruta 32, que une San José con Limón, por los trabajos de demarcación.
El aviso provocó que decenas de transportistas que tenían cita en el puerto viajaran a Limón desde la noche del miércoles, a pesar de que tenían cita hasta la mañana, tarde o noche del jueves.
“Para evitar el cierre de la ruta 32, los transportistas prefirieron trasladarse más temprano a su cita. Sin embargo, cuando llegaron a la terminal no tenían donde parquear, entonces tuvieron que quedarse en la carretera para esperar su turno. Esto empezó a genera la congestión vial”, manifestó Kenneth Waugh, director de la concesionaria.
En cuestión de minutos, los camiones llenaron los 2,3 kilómetros de la vía que conecta la ruta 32 con la entrada de la TCM. La fila se extendió otros tres kilómetros de la carretera a Limón, lo que provocó el colapso en la intersección entre ambas carreteras, impidiendo el paso de vehículos particulares.
Hubo gente que no llegó a reuniones o citas, sea que salían de Limón o que debían ingresar a la ciudad.
APM Terminals tuvo que agilizar la atención en el puerto y asignar más recursos para poder liberar el paso por la ruta 32. Eso lo logró alrededor de las 10:15 a. m., cuando el problema se inició desde la madrugada.
También la desesperación de los transportistas fue la culpable de la saturación de la central telefónica de la terminal, por eso muchos llegaron sin cita.
“Eso lo estamos viendo, a ver cómo lo modificamos para tener más personas contestando las líneas y con eso poder atenderlos directamente, porque también puedo reconocer que cuando uno está con la urgencia y la necesidad, lo menos que uno quiere es que le conteste una grabación”, dijo Waugh.
El ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez, reconoció que hubo una “una condición vial totalmente inadecuada", pues la carretera al Caribe está con trabajos.
Las autoridades decidieron aplicar pasos regulados en vez de cierres totales para las obras de demarcación de los 7,5 kilómetros de la ruta 32, entre el peaje de Zurquí y el cruce de Río Frío. Estos se aplicarían desde este viernes y hasta el domingo 14 de abril entre las 9 a. m. y las 3:30 p. m.
APM Terminals tiene la concesión para operar el megapuerto por 33 años. La obra costó $1.000 millones y enfrentó cuestionamientos, sobre todo, porque implica asumir el 70% de la carga que recibía la Junta Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva).
Empresarios: ‘Esta no es la primera vez’
La TCM, en este momento, también enfrenta un retraso de 25 horas de trabajo, que no solo afecta la atención de las embarcaciones, sino la afluencia con la que los camiones llegan a dejar o retirar la carga comercial a la plataforma.
Aunque nunca se había presentado una situación tan crítica, la Cámara Costarricense de Navieros (NAVE) reportó que no es la primera vez que se aglomeran furgunos en la ruta de acceso al puerto.
“La situación es bastante crítica, pero no es una situación de hoy o de anoche, es de hace cuatro (cinco) semanas, desde que abrió el puerto al 100%. Lo hemos hablado con APM Terminals porque el problema es que el servicio no es sostenible”, manifestó el presidente de NAVE, Edgardo González.
APM Terminals explicó que en gran medida, el atraso ocurre porque no todas las navieras son exactas con la cantidad de movimientos que se deben realizar para cargar o descargar la mercancía de un buque cuando reservan su espacio de atención.
“Me parece que tenemos que entender que somos parte de un sistema. Es importante que todos trabajemos en proveer información más certera sobre los movimientos necesarios por cada embarcación”, manifestó el representante de APM Terminals.
De acuerdo con Waugh, solo esta semana llevan un retraso de 3.000 movimientos que no fueron reportados inicialmente por las navieras a la hora de reservar la atención de un buque. Esa cantidad de movimientos se traduce en 25 horas de trabajo.
Los piñeros y bananeros también expresaron su preocupación por los atrasos en la atención de unidades de transporte en la Terminal de Contenedores de Moín, debido a que la espera aumenta el costo por la refrigeración de los contenedores que transportan la fruta, además de consignar el gasto de combustible.
La presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica, Laura Bonilla, aseguró que pedirá una cita con el presidente de la República, Carlos Alvarado, pues su sector está enfrentando importantes obstáculos, y ahora se suman problemas logísticos.
“Esperamos que se resuelva pronto. Nuestro sector está siendo afectado por la baja en las exportaciones por el impacto de El Niño y por problemas logísticos”, aseveró Bonilla.
Entretanto, el presidente de la Cámara de Comercio Exterior y de Representantes de Casas Extranjeras (Crecex), José Manuel Quirce, expresó que lo que está sucediendo es producto de varios factores, entre ellos “la etapa de aprendizaje del puerto, junto con la central telefónica saturada y la llegada de transportistas sin cita".
Colaboraron los periodistas Marvin Barquero y Vanessa Loaiza.