A sus 48 años, Rafael Solís Lizano conoce muy bien el camino que ha recorrido la carretera que más años ha tardado en construirse en Costa Rica.
El nuevo presidente de la Asociación pro-carretera a San Carlos, elegido el miércoles 17 de mayo, recuerda que desde que estaba en la escuela escuchaba a su papá hablar sobre la lucha de los vecinos de la zona norte para contar con la ansiada ruta entre Sifón de San Ramón y la Abundancia de Ciudad Quesada.
Y no es para menos. Su progenitor, Carlos Enrique Solís Quirós, fue el primer presidente del que en un inicio se llamó Comité Pro-Carretera San Carlos-Zona Norte, conformado en 1986. Rafael lo vio fajarse entre reuniones y recorridos para lograr que 10 años después se concretara el primer contrato de préstamo para la construcción del llamado tramo central.
Aunque su padre no pudo ver materializado el sueño, pues falleció en el 2008, el nuevo representante asegura que tienen la fe de ver la carretera a finales del 2026, aunque la misma experiencia los hace mantener esa esperanza acompañada de cautela.
“Ya han pasado prácticamente 10 administraciones y han dicho que se va a terminar la carretera y no la han terminado. Nosotros, dada la experiencia que ha sido negativa, tenemos que ver que la obra se esté construyendo y que los trámites y las licitaciones y todo se vaya dando en los tiempos que ellos van diciendo para creerle al gobierno.
“De lo contrario, si vemos que los tiempos comienzan a atrasarlos y que la obra no se va dando, pues inmediatamente lo anunciaremos a la población e iremos a golpear la mesa a la Administración”, aseguró Solís.
El administrador de empresas aseguró que ven con buenos ojos los avances logrados hasta ahora en la solución de problemas, como el humedal La Culebra. En diciembre de 2022, la Asamblea Legislativa aprobó una ley que pasar la carretera por esa zona a cambio de que se compense el impacto en otra zona. Con esa legislación se podrá llevar a cabo el trazado original de la carretera.
De acuerdo con Solís, los plazos presentados por el Ejecutivo podrían ser cumplidos, pero precisamente su labor será mantener el dedo en el renglón para procurar que ahora sí se logre completar la obra.
“Yo creo que por lo menos vamos bien alineados, ya hay soluciones, pero no se puede descuidar ni un momento. Todo este tema de expropiaciones es muy delicado. Si eso no se arregla, no nos va a permitir avanzar de la manera que nosotros queremos. Nosotros estimamos que el proyecto saldría a licitación en el 2024 para la punta sur y la parte central. Eso se puede llevar entre 8 a 12 meses. Vamos a tratar de ser lo más ágiles posibles para que no haya otros traspiés. Después de ahí ya directamente la construcción empezaría a finales del 2024 o principios del 2025″, agregó Solís.