El exgerente de Adquisiciones y Finanzas del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), Carlos Solís se negó este jueves a responder ante una comisión legislativa sobre supuestos favores sexuales que habría recibido como pago de dádivas de parte de empresas constructoras.
Ante el foro especial que investiga supuestos hechos de corrupción relacionados con obras viales, el exfuncionario aseguró que ‘nunca fue organizador de fiestas’ y se molestó cuando le preguntaron por las solicitudes de empleo para allegados.
En la acalorada comparecencia de más de tres horas, los legisladores interpelaron a Solís sobre una gran cantidad de irregularidades que se mencionan en el expediente judicial del Caso Cochinilla, las que lo involucran.
Los cuestionamientos produjeron fuertes intercambios. El exgerente se quejó del tipo de preguntas, mientras que las diputadas señalaron un trato desigual al responderles a ellas.
Una de las legisladoras que protagonizó enfrentamientos fue Paola Vega, del Partido Acción Ciudadana (PAC), quien le advirtió al compareciente, desde el principio, que sus preguntas serían incisivas y que eso no significaba que sería irrespetuosa.
Así procedió, tras una nota del abogado de Solís, Fernando Apuy, en la que se quejaba de la intervención de Vega en la sesión anterior, acusándola de realizar preguntas “contrarias a la moral, la familia y los valores”.
Este jueves, la oficialista preguntó por la relación con el gerente de MECO, Abel González, con quien el exfuncionario de Conavi dijo tener amistad desde hace más de 40 años.
–¿Ha ido con don Abel, no su amigo, sino el gerente de MECO, a actividades extralaborales a compartir fuera de la oficina, como fiestas?
– No debería referirme, pero sinceramente con la amistad que puedo haber tenido con Abel, comerme un chifrijo o tomarme una birra con él, sea que la pague él o la pague yo, para mí es totalmente transparente.
–¿Además de una birra o un chifrijo, le ha pagado algún servicio de prostitución?
–No me voy a referir a ese tema.
Luego de la respuesta tajante, la diputada insistió en consultarle si es usual que en esas reuniones además de compartir cervezas, se pagara por servicios sexuales e incluso preguntó directamente si González le había pagado alguna gestión para MECO con un servicio de prostitución, a lo que el exgerente contestó que no.
–¿Quiénes son las primas del compañero de Conavi, que menciona en la llamada como prostitutas que don Abel le paga?
–Las llamadas en este caso no existen.
El intercambio entre ambos continuó e incluso en repetidas ocasiones, al ser presionado sobre el tema, el funcionario insistió en que las llamadas no son parte de la prueba y dijo que eran apreciaciones de la legisladora.
Posteriormente, la diputada también lo cuestionó sobre Tobías Arce, otro implicado en la investigación judicial, quien según Solís, era un mensajero de MECO solamente.
–¿Los mensajeros de una empresa tienen pase libre para estar 8 horas diarias en el Conavi?
Una vez más, Solís rehusó contestar y posteriormente interrumpió.
“Señora diputada, con todo respeto, usted aquí habla de corrupción, moralidad y todo eso, sepa usted que el partido al que usted representa hace poco fue condenado, por cuestiones de fraude”, dijo.
La diputada le recordó que el cuestionado era él.
“Le voy a pedir respeto y que se limite a responder por lo que está cuestionado, porque lo que tiene encima es bastante grave, tenga un poquito de decencia con Costa Rica”, añadió la congresista del PAC.
En ese mismo período de interrogantes, se le consultó a Solís Murillo sobre una persona que aparece en el expediente como de apellido Brenes Valerín y a quien el exgerente se habría referido como su “suegrito” al solicitar a MECO empleo para él.
Una vez más, Solís dijo que no se referiría al tema, e incluso añadió que solo ha tenido un suegro y que está fallecido.
Sobre dádivas
Al inicio de la comparecencia, la liberacionista Franggie Nicolás abordó el tema de las supuestas dádivas recibidas para la organización de una fiesta de empleados que se realizó en noviembre del 2019 y en la que, según el expediente judicial, el exgerente habría pedido la colaboración a varias constructoras y supervisoras, las cuales habrían respondido con donaciones de dinero, carne, chorizo y licores.
“Yo nunca fui organizador de fiestas” y “eso está por investigarse”, fueron las respuestas para evadir dicho cuestionamiento.
Al consultársele sobre las escuchas telefónicas de las que se desprenden esas acciones, el funcionario afirmó que muchas de esas escuchas “son de terceras personas”.
”¿No coordinó nada?”, le insistió Nicolás.
”Eso lo diré en su momento cuando se desarrolle la investigación”, respondió el exfuncionario.
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La verdiblanca también le preguntó sobre su relación con la dueña de la empresa H Solís, Mélida Solís, así como con Tobías Arce y Alejandro Bolaños, con quienes según la causa judicial mantenía llamadas frecuentes y almuerzos para agilizar pagos.
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Sobre la regularidad con la que hablaba con Mélida Solís, dijo que personalmente se reunió con ella “poquísimas veces”.
En relación con los otros dos investigados, el exempleado del Conavi rechazó hacer alguna referencia.
Durante esa etapa de la comparecencia, el abogado de Solís intentó interrumpir las consultas de la legisladora, alegando que no correspondían con las razones de la comisión.
Sin embargo, Pablo Heriberto Abarca, diputado socialcristiano que preside ese foro, le recordó que cada diputado puede realizar las preguntas que considere y que el compareciente es Solís, quien también está en su derecho de no responder.
Durante su tiempo de consultas, Nicolás también cuestionó al exgerente si había recibido un salario adicional por parte de la constructora MECO por $5.000 mensuales.
“No señora (...) No es cierto, esa escucha es de terceras personas”, afirmó.
Invención del OIJ
En la mayoría de ocasiones en que los diputados sacaron a relucir las escuchas telefónicas que constan en el expediente judicial, el exfuncionario insistió en que esas llamadas no tienen validez.
Ante consultas del diputado independiente Jonathan Prendas sobre si conocía las irregularidades que ocurrían dentro del Conavi, en su dependencia u otras oficinas, Solís aseguró que nunca estuvo enterado.
–¿Para usted entonces el Caso Cochinilla es una invención del OIJ (Organismo de Investigación Judicial)?.
– Para mí sí (...) En el tema de Cochinilla, a como fue señalado de crimen organizado no tiene ni pies ni cabeza.
Por su parte, la diputada liberacionista Paola Valladares, le cuestionó a Solís sus acciones relacionadas con el pago de facturas y contrataciones sin que hubiera contenido presupuestario.
Sin embargo, Solís se limitó a responder: son “apreciaciones suyas”.
La diputada liberacionista fue una de las que alzó la voz, señalando supuestas actitudes machistas de parte de Solís, pues aseguró que cuando se trató de las intervenciones de tres diputadas (Valladares, Vega y Nicolás), la actitud del exgerente era altanera y solo a ellas les indicaba que se trataba de preguntas subjetivas o de apreciaciones propias de las legisladoras.
“Aquí a los hombres usted no les levanta (la voz) y juega de vivo y aquí con las mujeres ese micromachismo de que son términos subjetivos y que ‘yo le estoy dando la respuesta’, a mí me respeta, primero como legisladora, igual que a los hombres. Le estoy consultando y lo que tiene que hacer es responderme en los términos en que le estoy haciendo la pregunta”, dijo Valladares.
Al final de la intervención, el diputado del Frente Amplio, José María Villalta, le leyó a Solís una lista de todas las dádivas que se citan en el expediente judicial donde se incluyen almuerzos, dinero en efectivo, estadías en hoteles, botellas de licor, aportes para fiestas navideñas y damas de compañía, sin embargo el exfuncionario dijo nunca haber recibido una dádiva de parte de empresas constructoras.
”Eso puede ser un récord”, dijo Villalta tras leer la larga lista, al tiempo que le consultó si no sentía remordimiento porque el pueblo de Costa Rica hubiera tenido que pagar por esas facturas.
Carlos Solís, sin embargo, dijo no tener remordimiento porque todo está en proceso de investigación y deberán comprobar si realmente fue así.
“Usted ha venido muy gallito, alzándole la voz a los diputados y especialmente a las diputadas, pero los cuestionamientos que hay en este expediente son demasiados (...) Usted ha desperdiciado esta oportunidad para hablarle al pueblo de Costa Rica a la cara y limpiar un poco la imagen que está dejando, porque realmente tengo que decirle, como funcionario público, usted es una vergüenza para Costa Rica, es una verdadera vergüenza, y lamentablemente aquí estamos apenas en la punta del iceberg de la investigación”, concluyó el diputado del Frente Amplio.
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Este jueves fue la segunda parte de la comparecencia del exgerente de Conavi, quien es uno de los imputados que más aparece señalado en el expediente judicial.
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Carlos Solís Murillo, administrador de empresas de 60 años, se pensionó en enero de este año. Trabajó en el Conavi durante 20 años y fue uno de los detenidos durante los allanamientos del pasado 14 de junio. Actualmente cumple medidas cautelares, mientras avanzan las pesquisas.