Las obras para ampliar el tramo entre Barranca-Limonal en la Interamericana Norte, así como el sector de la Angostura en Puntarenas podrían quedar incompletas o con materiales inadecuados.
Esos son dos de los principales hallazgos de la Auditoría del Ministerio de Obras Públicas y Transportes, que advirtió además que a la fecha existe un importante desfase entre las obras ejecutadas y su programación, lo cual podría implicar aumento en los costos.
En su informe, la Auditoría además señaló que en este momento las actividades de mayor riesgo del proyecto corresponden a las obras de estabilización de taludes en el tramo de 50 kilómetros entre Barranca – Limonal y las obras de pavimentos en La Angostura.
En el caso de la Angostura, el informe indica que existe el riesgo de que la mezcla asfáltica se coloque sobre una base inadecuada. “Se observó que la base granular se encuentra contaminada con vegetación y otros materiales, lo que genera el riesgo de deterioro prematuro del pavimento, en el caso de que la condición de la base no sea subsanada antes de colocar la mezcla asfáltica”, cita el documento que fue trasladado al ministro de Obras Públicas, Luis Amador, el pasado 14 de julio.
En relación a los taludes, se halló que en tres puntos del tramo entre Barranca y el cruce de Limonal, los trabajos de estabilización y construcción de enrocados en los ríos Congo y Cañamazo se encuentran sin terminar, lo que genera riesgo de que el talud falle y afecte obras aledañas o que pueda ser causal de accidentes para los usuarios de la ruta.
Atrasos
Los trabajos en esos dos tramos iniciaron en agosto del 2020 y en el caso de La Angostura debían estar listos en el primer trimestre del 2022.
En el trayecto de la Interamericana Norte, las obras están casi paralizadas desde abril pasado debido a reclamos por parte del consocio H Solís-La Estrella. Esa sección debe finalizar en junio del otro año.
Según la Auditoría, se observó que hay tramos en los que las actividades de limpieza y desmonte no se han realizado o están en ejecución y debieron finalizar en algunos casos desde diciembre de 2021. También señalan que hay zonas en las que los pavimentos debieron finalizar desde febrero de 2022 y ni siquiera han iniciado.
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“Por último, se observó que hay puentes como el Cañamazo, Congo, intercambio de La Irma y Abangares, que según el programa deberían estar finalizados o la subestructura terminada y aún están en construcción, o ni siquiera han iniciado”, concluye el informe.
Todas esas demoras, según estimó la Auditoría, podrían no solo retrasar el plazo del proyecto, sino propiciar el deterioro de las obras ya construidas.
En abril de este año, H Solís envió una carta al entonces ministro, Rodolfo Méndez Mata, en la que advertía que si el Estado no le pagaba $24 millones adeudados en los diferentes proyectos, paralizaría las obras que tiene a su cargo.
Entre los $24 millones que según la empresa les adeudaba el Estado, hay $5 millones de aparentes pagos vencidos relacionados con Circunvalación norte; en Barranca-Limonal la lista de supuestas facturas pendientes asciende a 18 por $5,4 millones; algunas tienen fechas de agosto de 2020. En el caso de Taras-La Lima, el reclamo es por casi $12 millones, con pendientes desde diciembre de 2020.
A inicios de julio, el viceministro de Infraestructura, Alejandro Guillén, reconoció ante los diputados de la Comisión de Infraestructura que el proyecto está casi paralizado, y achacó los atrasos a problemas que ha tenido la empresa por el escándalo de corrupción del Caso Cochinilla.
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Ese proyecto debería tener a la fecha un avance de más del 40%; sin embargo, a julio lo ejecutado es de menos de 10%.
La obra de 50,26 kilómetros entre Barranca (Puntarenas) y Limonal (Abangares) incluye ampliación de dos a cuatro carriles así como la ampliación de La Angostura, que es la vía de ingreso a la ciudad de Puntarenas. Todo esa mejora cuesta $182,5 millones que son financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).