Los proyectos de infraestructura que se empezaron a construir sin completar las fases de preingeniería, entre las que se incluyen expropiaciones, traslado de servicios o permisos, acumulan hasta 1.099 días de atraso en su cronograma.
Ese el caso de la construcción del tramo norte de la carretera de Circunvalación, según las conclusiones de la Cámara Costarricense de la Construcción (CCC) tras completar por tercer año la matriz de infraestructura, en la cual se analizó el estado de 29 proyectos viales.
Otras obras con un atraso significativo son ampliación entre Cañas y Limonal en la Interamericana Norte, la cual suma 439 días de demora; y la ampliación de la ruta 32, que en la fase de construcción ya arrastra 624 días de atraso.
En promedio, según la Cámara, los proyectos de infraestructura vial registran 275 días de demora, lo que significa que sus plazos se incrementaron en un 178%, mientras que aquellos que se desarrollaron siguiendo estas pautas solo se atrasaron un 10% con respecto al cronograma de ejecución.
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“Los resultados no son buenos, se encontró un retroceso en el avance de la preingeniería, puesto que en el 2019 los resultados arrojaron un avance de 6% y en el 2020 un 12%, pero para este año el resultado es un 3%. Sigue siendo tema de atención las etapas de expropiaciones, remoción de servicios estas presentan un rezago con respecto a las otras etapas de preingeniería”, explicó Roberto Fiatt miembro del Comité de Infraestructura de la CCC.
En el informe se destacan también tres obras qué empezaron con la preingeniería casi concluida: Puente Virilla ruta 32, el cual solo tuvo 19 días de atraso, el paso a desnivel de las Garantías Sociales (76 días adicionales) y el paso a desnivel de la intersección de Guadalupe, entregado 18 días después de lo previsto.
Según el análisis, las fases de diseños y estudios, viabilidad ambiental, corta de árboles en cauce / otros permisos y socialización del proyecto fueron las que mostraron mayor desmejora.
Sigue mala práctica
De acuerdo con Fiatt, en el último año a siete proyectos se les dio orden de inicio sin haber concluido todas las etapas de preingeniería, lo que significa que se mantiene esta mala práctica.
“Los resultados de la Matriz de Infraestructura nos muestran la necesidad de que el tema sea asumido con total seriedad por el próximo gobierno. Los atrasos que presentan las obras de infraestructura vial se traducen en altos costos que asumimos todos los costarricenses, en momentos en que necesitamos un uso eficiente y responsable de los recursos públicos”, añadió Carlos Trejos, presidente de la CCC.
En relación con las unidades ejecutoras, el Consejo Nacional de Concesiones (CNC) y el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), son las que registraron mayor retroceso.
Trejos sostuvo que esta matriz no refleja el impacto que tuvo el escándalo por corrupción en el Conavi, el cual estalló en junio de este año, pues el estudio llegó hasta mayo.
La única unidad ejecutora que evidenció una leve mejora, fue la del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), responsable de las obras de Barranca-Limonal, La Angostura, Paquera-Playa Naranjo (ya concluida) y Taras- La Lima (recientemente paralizada).
Además también se registró un resultado positivo para la unidad que lleva adelante el fideicomiso para la amplificación San José-San Ramón, donde se tiene un 9,8% de avance en las etapas de planificación.
En total, la matriz analizó el avance de 14 etapas que deberían completarse antes de dar la orden de inicio: el anteproyecto, viabilidad financiera, diseños y estudios, viabilidad ambiental, permisos, reubicación de servicios públicos, expropiaciones, confección de cartel, licitación y apelaciones, adjudicación, confección de contrato, refrendo y orden de inicio.
En el ideal de los expertos de la Cámara, todo este proceso se debería completar en un plazo de seis años y medio.