Las sumas que recaudan los peajes que tiene el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) en cuatro carreteras del país contribuyen poco con el mantenimiento de esas vías.
En el último año se recolectaron ¢3.400 millones, de los cuales el 61% (¢2.075 millones) se utilizó para sostener los gastos operativos.
Así, por cada ¢10 entregados por los conductores, ¢6 se usaron para pagar la empresa –no se suministró el nombre– de 110 empleados contratada para el cobro, limpieza y seguridad. Además, hay ocho funcionarios directos del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
En 2014, los gastos operativos de las cuatro estaciones de peaje fueron de ¢2.068 millones y en 2013 la suma cayó a ¢1.841 millones.
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El año anterior, los ingresos libres por los cobros en las autopistas General Cañas (San José-Aeropuerto) y Florencio del Castillo (Cartago), así como por las carreteras Bernardo Soto (Naranjo) y Braulio Carrillo (Limón) fueron de ¢1.325 millones.
Con ese monto, solo se podría cubrir el 14% de la ampliación y reforzamiento del puente de “la platina” sobre el río Virilla, en la General Cañas, o bien el costo de las barandas metálicas divisorias en la Florencio del Castillo.
Para Carlos Villalta, ministro de Obras Públicas y Transportes, es clara la necesidad de actualizar las tarifas de peaje, pues lo que se recoge no alcanza para el mantenimiento de las obras.
El jerarca expresó que la Administración debe concentrar sus esfuerzos en actualizar los peajes de las vías hacia Cartago y hacia Limón.
El argumento de Villalta es que los peajes de los otros dos caminos serán absorbidos por la carretera a San Ramón, que se construirá mediante un fideicomiso.
Las cuatro carreteras son atendidas dentro de los 22 contratos de mantenimiento de la red vial nacional que cada cuatro años licita el Conavi. Solo para el 2015 se aprobaron ¢81.455 millones para esa labor, la cual no incluye obras nuevas.
En espera de un alza. El Conavi pidió desde noviembre un aumento de las tarifas de estos peajes, aunque la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) rechazó la gestión al alegar que faltaba información.
El Consejo apeló la decisión en febrero, sin que a la fecha haya un nuevo pronunciamiento.
Según la solicitud, transitar con un vehículo liviano por el peaje de la Braulio Carrillo pasaría de ¢250 a ¢1.860. La variación representa un alza de un 644%.
La gestión del Conavi también incluye ajustes graduales para las demás vías, los cuales oscilan entre el 260% y 1.820%.
Desde el 2002 no se ajustan las tarifas; únicamente se estableció el llamado carril voluntario, en el cual, en vez de ¢75 se pagan ¢100 por transitar por la General Cañas y la Florencio del Castillo
Dennis Meléndez, regulador general, declaró, semanas atrás, que para aprobar el alza es necesaria la presentación de un plan detallado de mantenimiento que garantice a los usuarios que el dinero desembolsado será invertido en las carreteras que utilizan.
También hace falta aclarar la cantidad de carros que transitan por esos corredores viales.
Por ejemplo, de acuerdo con el oficio DIE-07-15-3246, de la Dirección Ejecutiva del Conavi, por la Florencio del Castillo, pasan diariamente 25.000 automotores.
La cifra dista de los 60.000 carros que según el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) pasan diariamente.