Los piques, fiestas con consumo de licor y daños en los materiales colocados en el tramo central de la carretera a San Carlos se han incrementado en las últimas semanas, pues la obra vial quedó en el abandono a la espera de que se reanuden los contratos para su vigilancia y mantenimiento.
Los 29,7 km del trayecto entre Sifón de San Ramón y La Abundancia de San Carlos quedaron a medias luego de que en agosto del 2018, el ministro de Obras Públicas y Transportes (MOPT), Rodolfo Méndez Mata, rompiera el contrato con la empresa que tenía a cargo la construcción de la vía debido al poco avance.
Posteriormente, en enero del año pasado la intención de dar mantenimiento a las obras que dejó la empresa quedó en el limbo tras una denuncia por supuesto uso de fondos públicos para la construcción de accesos privados y rutas cantonales como parte de las labores de mantenimiento.
De esta forma, el proyecto no avanza, pero tampoco se cuida lo hecho. Tal situación convierte a la vía a San Carlos en “tierra de nadie”, como expresó Patricia Romero, presidenta de la Asociación Pro- Carretera.
“Esta carretera sigue siendo una fiesta, en el tramo central la gente entra y sale como tierra de nadie. Estamos muy preocupados porque la carretera sigue siendo víctima de vandalismo, piques, drogas y fiestas”, afirmó la representante comunal.
Según Romero, uno de los vecinos le indicó que los fines de semana se juntan decenas de personas en vehículos, motos y bicicletas.
“Gente tomando y consumiendo drogas. Rompen botellas y dejan vidrios y basura por todos lados. Es un total desastre (...). Ellos dicen que no pueden hacer nada y que llaman a la Policía y que a veces llegan, otras no.
“Todo esto es porque la gente ve la carretera como tierra de nadie y lo que dicen es que no se va hacer y que está abandonada y que al menos que sirva de pista ‘para deportes’ ”, indicó la persona que le suministró videos a la presidenta de la Asociación.
Los vecinos también han denunciado que la carretera está a expensas de vándalos que se roban y destruyen materiales y parte de las obras que quedaron de la construcción suspendida.
En febrero, el director del Consejo Nacional de Vialidad, Mario Rodríguez, indicó durante una visita a la zona, que las labores de conservación y mantenimiento se ven afectadas por los recortes presupuestarios a causa de la pandemia.
Rodríguez estimó que la normalización de estas tareas se daría para el segundo semestre del año.
Con respecto a la vigilancia el funcionario afirmó que realizarían ajustes de reinversión para devolver recursos con ese objetivo, con lo cual reactivarían este tipo de tareas en abril, de manera transitoria, y en mayo, de forma definitiva.
“Estamos a la espera de tener vigilancia la primera semana de abril; esperemos que así sea (...). No sabemos si se va a cumplir, pero eso dijo don Mario. La carretera se va deteriorando y seguimos esperando mantenimiento para la punta norte, que es lo que ya está listo”, afirmó Romero.
La presidenta de la Asociación Pro Carretera aseguró que esperan una rendición de cuentas de parte del presidente de la República, Carlos Alvarado, pues a la fecha no saben en qué estado dejará el actual gobierno el proyecto.
“Necesitamos que el presidente venga y dé una rendición de cuentas antes de que este gobierno termine y nos diga qué va a entregar de la carretera, cómo y qué falta.
“Lo mínimo que podemos exigir es que tenga avance y que tenga vigilancia y conservación y mantenimiento. Es una alcahuetería, ya es hora de que el presidente dé la cara por esta carretera”, afirmó Romero.
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Sucre-punta norte
De acuerdo con el cronograma, las obras en el tramo central de la carretera de San Carlos se retomarían en el 2022 y finalizarían en el 2025.
Sin embargo, los vecinos piden que se gilicen los procesos para contar, al meno,s con los 6 km del tramo que uniría la localidad de Sucre con la punta norte (único trayecto concluido), lo cual evitaría a muchos vehículos tener que pasar por el centro de Ciudad Quesada.
Romero señalo que la última promesa de la Administración es que ese trayecto estaría listo a finales del año pasado.
“Esperamos el Alto de Sucre, que es una vía que se va a habilitar 6 km del tramo central, eso descongestiona Ciudad Quesada, entonces esperamos que todo se cumpla. Según cronograma, estaría para finales del próximo año, pero tiene que haber un gran adelanto antes de que este gobierno termine”, exigió Romero.
La representante de los vecinos manifestó que una de las preocupaciones es que con el cambio de gobierno no se dé continuidad al cronograma y los planes para concretar el proyecto.
El año pasado, el viceministro de Infraestructura, Tomás Figueroa, manifestó que una de las opciones que analizarían sería dar la obra en concesión ya sea para que una empresa la termine y la opere o mediante un sistema de optimización de activos, en el que el Ejecutivo termine la obra y la dé luego para que una empresa se encargue de su mantenimiento mediante la instalación de peajes.
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En ambos casos se utilizarían los $225 millones provenientes del préstamo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), cuyos recursos se verían como un aporte estatal para aminorar el impacto de los peajes.
Se estima que para completar el tramo central y la punta sur (que va desde San Miguel de Naranjo hasta Sifón) se requieren $300 millones.