La planta hidroeléctrica Reventazón, la más grande del país, estará apagada al menos seis meses en vez los tres que inicialmente previó el ICE para reparar la “fuerte filtración” de agua en el macizo rocoso donde está el vertedero de la obra.
Estos arreglos serán necesarios a un año y medio de inaugurado el megaproyecto del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), ubicado en Siquirres, Limón, el cual tuvo un costo de $1.567 millones.
El ICE admitió la existencia de la grieta en un informe presentado a la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) en octubre, cuando calculó en $15,5 millones los trabajos para solventar el daño.
Como parte de esos trabajos se colocará una red de puntos de anclaje en el macizo rocoso. Esa labor específicamente, implicará una erogación de $2.096.000, aunque se había calculado en $765.000, según indica la oferta comercial de Rodio Swissboring Costa Rica, empresa especializada que pertenece al grupo francés Soletanche Bachy.
Este mes, el ICE empezó a bajar el nivel del embalse hasta que el 15 de febrero pasado, la planta dejó de aportar energía al Sistema Eléctrico Nacional (SEN), como indica el Centro Nacional de Control de Energía (Cence).
Según información técnica de esta última entidad, la hídrica debía volver a operar el 14 de mayo para un total de 88 días. Ahora, con la ampliación para los trabajos se mantendrá fuera de operaciones hasta el 22 de agosto con lo cual la desconexión se eleva a 180 días.
Ese plazo incluye 140 días propiamente en obras y 40 para que la empresa traslade su maquinaria por un túnel de acceso en la margen izquierda del vertedero hasta el sitio donde se harán los anclajes, en la base del macizo.
¿Cuánto genera Reventazón en seis meses? El año pasado, en el periodo entre el 15 de febrero y el 22 de agosto, aportó 507 Gigavatios de electricidad. Esa energía equivale a unos $75 millones, calculados a partir de un costo unitario por kilovatio generado de $0,14 que indica el Plan de Expansión de la Generación Eléctrica 2016-2035 del ICE.
Los trabajos
La grieta por donde salen hasta 180 litros de agua por segundo está frente a las compuertas del vertedero de excedencias. Cuanto más sube el nivel del embalse, más líquido ingresa al macizo rocoso por la presión que ejerce.
La colocación de una red de puntos de anclaje en el macizo rocoso se hará porque, como admitió el ICE, este presenta deslizamientos que facilitan la filtración.
Una vez que la maquinaria de la empresa llegue al túnel de acceso, la faena consistirá en perforar horizontalmente en 83 lugares por debajo del vertedero, hasta alcanzar una formación sólida. En cada orificio se introducirá después un cable tensor a profundidades de entre 22 y 26 metros.
Al llegar a la profundidad deseada, se acciona un mecanismo especial que ancla la punta de cada cable tensor al macizo rocoso. Luego se tensa el cable y se vierte en la cavidad por donde ingresó, un material similar al concreto. Esto afianza el macizo rocoso y, supuestamente, previene su desplazamiento.
Sorpresa subterránea
En un principio, el ICE previó que se debían atravesar solo cuatro capas de varillas de acero de refuerzo colocadas en la estructura del vertedero e identificadas en los planos de la planta, de acuerdo con el oficio 4050-0080-2018 del ICE, del 8 de febrero.
Sin embargo, durante la recepción de ofertas para este contrato directo, el personal técnico de diseño y construcción de la entidad identificó “una gran cantidad de acero de refuerzo” colocado cuando se levantó la obra para dar soporte y alineamiento a los cimientos del vertedero, indica el oficio.
"La ubicación de este acero no responde a planos y por esta razón este acero inicialmente no fue identificado ya que la perforación e instalación de los pernos activos (anclajes) no estaba contemplada en la construcción del vertedero por lo cual, a este momento, es imposible conocer su ubicación y la densidad a lo largo de las perforaciones", indica el documento del ICE.
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Este hallazgo obligó al ICE a variar la metodología de perforación de forma que solo se puede realizar mediante un sistema de rotación con brocas diamantadas pues "es imposible materialmente identificar en forma previa la ubicación del acero", se lee en el documento.
Esa metodología aumenta hasta en casi 10 veces la duración de cada metro atravesado respecto al método de perforación inicialmente pensado.
Los otros trabajos considerados para contener la filtración implican colocar una losa de concreto en el canal de aproximación de las aguas al vertedero de la represa, así como la instalación de pilotes secantes para reforzar la cortina de impermeabilización.
Según dijo el ICE en diciembre, estas no son en reparaciones, sino en un plan de intervención para devolver "la condición de impermeabilidad de la zona del vertedero de excedencias, restringir el movimiento en la zona y adecuar el vertedero ante la condición identificada”.
El Instituto informó en aquel momento que ya había presentado el reclamo de póliza ante el Instituto Nacional de Seguros” debido a esa “condición identificada” (la grieta).
Represa en detalle
La construcción de la megaplanta se inició en marzo de 2010 y en ella participaron 4.300 trabajadores a lo largo de seis años. Requirió 29.000 toneladas de acero y 760.000 metros cúbicos de concreto.
La planta posee 306 megavatios de capacidad de generación instalada y una presa de 130 metros de altura que forma embalse de siete kilómetros cuadrados de área.
Con esta enorme obra, el ICE está en capacidad de generar electricidad equivalente a la que consumen 525.000 hogares.
Durante el lapso en que Reventazón esté fuera de servicio, el ICE descarta problemas en el suministro eléctrico nacional.
"La firmeza, la diversificación y el respaldo del modelo eléctrico costarricense permiten que Reventazón o cualquier otra planta del sistema salga de operación temporal sin alterar el suministro eléctrico del país. El esquema de generación en este período dependerá de la disponibilidad de los recursos, y como es costumbre, el ICE dará prioridad a la utilización de fuentes renovables, dejando para completar la satisfacción de la demanda la importación y, eventualmente, la generación térmica", respondió el Instituto a La Nación en una consulta planteada en diciembre, cuando se hablaba de los tres meses iniciales.