Los conductores que transitan por la ruta 32 (San José-Limón) son testigos de los primeros trabajos de ampliación de esa carretera.
Desde el 19 de marzo, cinco cuadrillas integradas por personal costarricense y chino comenzaron la corta de árboles, limpieza de vía y pruebas de materiales en un tramo de tres kilómetros entre Pococí y Guácimo.
Además, la constructora China Harbour Engineering Company (CHEC) levanta un campamento en Pococí y otro en Barbilla, Matina. Esa infraestructura se une al campamento construido en Siquirres.
En ese último punto también estará una planta de concreto que servirá para la confección de las vigas de concreto de los puentes.
Esas tareas son los primeros pasos visibles de la obra, luego de un extenso proceso que inició el gobierno anterior.
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Para llegar a esta fase, el proyecto tuvo que esperar casi cinco años, pues el contrato con CHEC fue firmado en junio de 2013 durante la administración de Laura Chinchilla Miranda.
Luego tuvo que superar la negociación del financiamiento, los cuestionamientos de expertos debido a las características de la carretera, la aprobación de los legisladores, el refrendo de la Contraloría General de la República (CGR) y una larga lista de trámites como permisos ambientales, estudios e importación de maquinaria.
A esos factores se sumó la presión de las comunidades aledañas a la vía y los exportadores.
Los primeros solicitan más kilómetros de vías marginales, más puentes peatonales y ciclovías; los segundos reclaman acelerar la obra porque el congestionamiento actual atrasa el traslado de mercancías hasta los puertos de Limón.
Kenneth Solano, ingeniero del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) a cargo de la obra, dijo que ya tienen permiso para la tala de árboles sobre los 107 km que se ampliarán, los cuales abarcan desde el cruce hacia Río Frío hasta el centro de Limón.
La corta y limpieza tardará cerca de 10 meses. En las próximas semanas está previsto iniciar con la construcción de los nuevos puentes sobre el río Barbilla, en Matina, y el río Blanco, en Pococí.
El funcionario explicó que también están haciendo un "paño de prueba" de 200 metros de longitud muy cerca de la Universidad Earth, en Guácimo.
Un paño de prueba es una sección en la que la constructora mide el rendimiento de los materiales, los tiempos de colocación y otros detalles.
En los trabajos están involucradas 10 equipos de CHEC, más otros 15 alquilados entre vagonetas y retroexcavadoras. En las próximas semanas llegaría más maquinaria importada por los chinos.
"Todos los proyectos son complicados y más con los trámites tan engorrosos en el país (...) Ahora es importante seguirle el pulso y ejercer los controles de calidad necesarios", declaró Solano.
Un aspecto clave es la gestión de 1.200 expropiaciones, las cuales están en su etapa inicial.
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A pesar de las gestiones pendientes, para Guiselle Alfaro, viceministra de Infraestructura, la corta de árboles y limpieza representan un gran avance en el proyecto.
"Representa un logro, ya que significa que se ha superado otras etapas previas importantes, como los diseños y la coordinación para la reubicación del tendido eléctrico, del oleoducto, de la fibra óptica, de las cableras, así como las coordinaciones necesarias para las acciones relacionadas con los sistemas de agua potable", comentó la funcionaria.
'Los nublados del día'
Kenneth Solano agregó que están a la espera del nuevo ministro de Obras Públicas y Transportes y el próximo director ejecutivo del Conavi para definir el plan con respecto a las obras extra solicitadas por las comunidades.
Para cumplir con las peticiones de los pobladores se requieren entre $60 millones y $65 millones adicionales.
"Hay que esperar que se resuelvan los nublados del día para definir con las autoridades cómo se va a proceder", dijo Solano.
Entre las solicitudes está la construcción de 50 km más de vías marginales, el contrato original contempla solo 26 km.
Sobre ese aspecto, Alfaro afirmó que se incluyeron mejoras que eran técnicamente viables.
"Le corresponde a Conavi junto con los otros entes del Estado que puedan aportar buscar opciones de financiamiento. En este caso ha resultado un poco difícil por los problemas fiscales que enfrenta el país", declaró la viceministra.
Los 107 km de la nueva vía a Limón tienen un costo de $495 millones, financiados por el Eximbank de China y una partida estatal de $100 millones. Sin embargo, ese monto podría subir debido a los atrasos en la ejecución del proyecto. Esa cifra incluye el costo del proyecto más el valor de las expropiaciones.
La orden de inicio para la fase de diseños se dio en febrero de 2017 y el banderazo de salida para la construcción en noviembre de ese mismo año.
No obstante, en ese momento el proyecto tenía pendiente conseguir el aval para talar árboles.