La presidenta ejecutiva de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva), Sussy Wing, aseguró este jueves ante los diputados de la provincia de Limón, que el puerto de Moín administrado por esa entidad “literalmente se está cayendo”.
La jerarca hizo una presentación a los legisladores sobre la situación económica y la operación de la entidad que administra, la cual, según los estudios financieros que fueron detallados en esa misma comparecencia, acumula este año más de ¢7.665 millones en pérdidas.
Según Wing, llegarán a fin de año con el dinero justo para pagar planillas, aguinaldos y salario escolar; luego quedarían con un remanente mínimo que los pone en riesgo, en caso de que ocurra una eventualidad.
Sobre las condiciones de la terminal portuaria, dijo que los puertos llevan años sin mantenimiento y trabajan a media máquina.
Asimismo, informó a los diputados de que aparte del daño que sufrió una de las dos grúas pórticas, razón por la cual está fuera de operación, desde el viernes anterior solo funciona un barco remolcador, pues la otra embarcación de este tipo requiere ser reparada.
“Son remolcadores que nunca se han sacado a dique porque no hay dinero para mantenimiento, eso sumado al tema de seguridad y el tema de mantenimientos de la instalación (...). No puedo ser un buen gestor, si no cuento con el equipo y el dinero para poder mantener la instalación portuaria”, enfatizó.
La jerarca reconoció además, que no cuentan con pólizas para atender los daños en los equipos.
Por su parte, la especialista en finanzas Edith Arias, quien acompañó a Wing, estimó que, en general, los equipos se han depreciado en un 34% en los últimos años debido a la falta de mantenimiento.
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Despidos incompletos
Sussy Wing precisó a los diputados que durante los seis meses que lleva al frente de la entidad se han cesado a 212 trabajadores; sin embargo, aún no se llega a la cifra señalada en el plan de transformación. Actualmente, permanecen en planilla 353 personas, cifra que al final del proceso debe quedar en 275, para llegar a un punto de equilibrio operativo.
Entretanto, para el equilibrio financiero se requiere que los ingresos sean de ¢20.000 millones anuales. “Nosotros no contamos con los ingresos, apenas y sobrevivimos para pagar las planillas por mes”, añadió al ser consultada sobre la ruta específica que seguirá para lograr el equilibrio.
La jerarca adelantó que una de las posibles medidas para mejorar los ingresos es la actualización de las tarifas que cobra el puerto por el manejo de la carga, gestión que será presentada en los próximos días ante la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep). También están entre los planes el desarrollo de la terminal de cruceros y la marina, que vendrían acompañados de otros negocios.
No obstante, agregó, estos proyectos son difíciles de desarrollar cuando se tiene “la contra” dentro de la misma institución, al aseverar que el “sindicato no ayuda para nada”, en referencia al Sindicato de Trabajadores de Japdeva (Sintrajap).
Durante su comparecencia, precisamente, acudieron a la barra de público representantes de Sintrajap, quienes en ocasiones levantaron el tono como protesta a sus declaraciones.
La jerarca aseguró que desde dentro de la entidad ha habido “sabotaje” al plan de transformación, pues muchos de los mismos funcionarios han mostrado resistencia a los cambios.
En los últimos tres años, Japdeva ha recibido dos rescates financieros por ¢55.000 millones.
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La semana anterior, el presidente Rodrigo Chaves aseguró que no considera lógico lanzar un nuevo salvavidas a la institución e insistió en que más bien se debe buscar el equilibrio que también fue mencionado por la jerarca.
La crisis de Japdeva se profundizó en el 2019 cuando entró en operaciones la Terminal de Contenedores de Moín (TCM), pues a pesar de que desde el 2012 se sabía que la concesionaria APM Terminals asumiría por completo la atención de la carga en contenedores, la cual representaba un 80% de su ingresos, la entidad nunca se preparó para el cambio en el modelo portuario del Caribe.