El presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), Alejandro Picado Eduarte, aseguró este lunes que la entidad se vio “obligada” a confiar en el criterio del ahora exministro Luis Amador y del exdirector de Aviación Civil, Fernando Naranjo, quienes atribuyeron a la tormenta tropical Bonnie los daños en la pista del aeropuerto Daniel Oduber Quirós.
Así lo manifestó en su comparecencia ante los diputados de la Comisión de Infraestructura. Según dijo, aunque la CNE es responsable de verificar la existencia de daños al emitir decretos de emergencia, en este caso era “imposible” comprobar técnicamente ese nexo, ya que la ampliación de la declaratoria de emergencia se originó un año después de la tormenta.
El jerarca indicó a los legisladores que solo a partir de la información difundida por los medios de comunicación, luego de la destitución de Amador, se enteraron de las irregularidades que habrían influido en la inclusión del arreglo de la pista ubicada en Liberia, Guanacaste, bajo la modalidad de emergencia.
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El diputado Antonio Ortega, insistió en preguntarle a Picado si según su criterio existió o no el vínculo en la afectación, sin embargo, el funcionario se limitó a manifestar que se apegaron a lo indicado en el informe.
Picado sostuvo que ni el presidente Rodrigo Chaves ni la entonces ministra de la Presidencia, Natalia Díaz, conocían del plan de inversión del proyecto que se generó a partir del decreto que firmaron.
Por su parte, el legislador Diego Vargas consultó específicamente al jerarca de la Comisión si conocía el informe elaborado por los ingenieros de la Unidad de Infraestructura Aeronáutica, en el cual se advertía que la rehabilitación de la pista no debía gestionarse vía emergencia, pues los daños existían desde antes de la tormenta; no obstante, Picado dijo no haber visto dicho documento.
De acuerdo con el funcionario de la CNE, el informe para incluir el cantón de Liberia en el decreto de emergencia fue recibido por la Dirección Ejecutiva y revisado por el Departamento Legal de esa entidad.
Al ser cuestionado sobre las razones por las que no se incluyeron otras obras en dicha directriz de atención con fondos de emergencia, Picado dijo que se dieron dos meses para que el cantón reportara daños pero no recibieron solicitudes de otras dependencias.
La Nación envió consultas al exministro Amador pero hasta horas de la tarde de este lunes no se habían recibido respuestas. El exjerarca permanece en Canadá.
Solo informe de MOPT y Aviación Civil
Este mismo lunes, antes de Picado, también rindió explicaciones el ingeniero de la CNE Henry Villalobos, quien aseguró que desconocían las advertencias de los expertos sobre la falta de relación entre el impacto de la tormenta y los daños que presentaba la pista del aeropuerto.
Villalobos, quien se desempeña como fiscalizador de la Unidad de Gestión de procesos de reconstrucción de la Comisión Nacional de Emergencias, afirmó que solo recibieron un informe firmado por el ahora exministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador, y el exdirector Fernando Naranjo, en el que se establecía el nexo causal.
La reparación de la pista del aeropuerto Daniel Oduber se gestionó mediante un decreto ejecutivo, el cual incluyó daños que, según ingenieros y otros expertos, existían antes de la tormenta Bonnie y no fueron acelerados por dicho evento climático. Esta situación fue advertida a Amador.
Con la inclusión de la pista en el decreto de emergencia, el gobierno tramitó la reparación a través de la CNE, evitando los procesos ordinarios de contratación y permitiendo realizar la licitación con mayor celeridad y sin la fiscalización de la Contraloría General de la República.
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Los arreglos fueron encargados a la empresa MECO por un monto de ¢21.800 millones. El presidente Rodrigo Chaves señaló esta contratación como la causa de la destitución de Luis Amador como jerarca del MOPT y de Fernando Naranjo de Aviación Civil, alegando que se incluyó un requisito que solo MECO podía cumplir, lo cual calificó como un cartel a la medida.