El desembolso de $225 millones para construir la carretera a San Carlos depende de que los intercambios de Taras-La Lima y las obras impostergables del lote 4 en la ruta San José-San Ramón alcancen un 50% de ejecución.
En el caso de Taras-La Lima, en el ingreso a Cartago, el proyecto recibió la orden de inicio en diciembre del 2020 y arrastra meses de atraso, pues debía estar listo en abril de este año y a la fecha tiene apenas un 25% de avance; mientras que los tres intercambios del lote 4 de Obis, sobre la Interamericana Norte, ni siquiera han sido adjudicados.
El jueves, durante una comparecencia ante los diputados de la provincia de Alajuela, el ministro de Obras Públicas y Transportes, Luis Amador Jiménez, reconoció el condicionamiento de parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para disponer de los fondos para la carretera a San Carlos.
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Amador dijo que para esa ruta existe un préstamo de $200 millones (el monto exacto son $225 millones), aunque el costo de la obra se estima en $330 millones. Además de no contarse con la totalidad de la inversión, el banco depositaría lo correspondiente al empréstito hasta que se tenga el avance mencionado en los otros dos proyectos, que también son financiados por el BID.
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Amador explicó que esa es la razón por la cual están interesados en que la empresa H Solís ceda la ampliación del tramo Barranca-Limonal a otra empresa, pues así podría acelerar Taras-La Lima, que también está a su cargo.
“Ese avance es el motivo por el cual hemos impulsado la cesión de Barranca-Limonal, para que el contratista que tiene Taras-La Lima (H Solís) se pueda concentrar en esa obra y no en Barranca, y por eso es que ahora Taras-La Lima, aunque no al ritmo que quisiéramos, ha pasado del 10% al 25% en los últimos cuatro meses”, indicó.
Según Amador, esperan que una vez que se concrete esa cesión o el finiquito de mutuo acuerdo con el contratista, se acelere más, para que no se vaya a “entrabar el empréstito”.
Además de la lenta ejecución en Taras, el MOPT tiene que solucionar el tema de las Obis de San José-San Ramón. Actualmente solo se ha entregado el lote 1, pero debido a la intención de poner fin al contrato con el Fideicomiso Ruta 1, del Banco de Costa Rica, los siguientes lotes de obras aún están en el papel.
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El plan del MOPT es que el lote 4, que corresponde a los intercambios de Río Segundo, Grecia y Naranjo, sea ejecutado por medio del Programa de Infraestructura del Transporte (PIT) de ese ministerio. Esas obras deben financiarse con el mismo préstamo del BID.
Al respecto de esos intercambios, Amador afirmó que para avanzar en esas obras deben conversar con la Contraloría General de la República, pues ese órgano advirtió en un informe emitido en noviembre del año pasado, de que el MOPT debía completar la preingeniería del tronco integral del proyecto antes de continuar avanzando con Obis.
En setiembre del 2022, durante una conferencia de prensa, el ministro dijo que estaba conversando con el BID a fin de “flexibilizar un poco” las condiciones del crédito. Al ser consultado específicamente sobre el riesgo de perder el financiamiento, dijo que era “muy bajo”.
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Préstamo sombrilla
El condicionamiento del crédito total del BID por $350 millones, se debe a que el mismo fue negociado como un préstamo sombrilla, del cual se destinarían $225 millones para la carretera a San Carlos y los restantes $125 millones para las Obis y los intercambios de Taras-La Lima (este último se adjudicó por $58 millones).
El ministro manifestó en aquella época su pretensión de que el crédito no se perdiera y poder continuar con la carretera a San Carlos, pues el diseño y la estructuración ya están listos. Eso sí, reconoció que las expropiaciones consumirían un plazo importante.
No obstante, el pasado 17 de febrero, durante una conferencia posterior al Consejo de Gobierno, Amador se comprometió con los sancarleños a que la carretera estaría lista para el 2025.
“Son más de 200 expedientes (de expropiación), se están conformando, hay una habilitación de la Asamblea Legislativa de ¢8.000 millones con base a la cual se va a pagar por esas expropiaciones (...) Una vez que esté expropiado, que eso se hace este año, este año también se va a tramitar el empréstito con el Banco Interamericano de Desarrollo, que es de alrededor de $200 millones”, precisó.
Aclaró, sin embargo, que es necesario realizar todo el trámite para que esté listo y aprobado a finales de 2023, pero utilizarlo en 2024, pues por el compromiso con el Fondo Monetario Internacional (FMI) no se podría asumir la deuda ahora.
En esa misma conferencia, y tras una pregunta del presidente Rodrigo Chaves, Amador afirmó que la construcción de la carretera se tomaría todo el 2024 y estaría lista a finales del 2025.
En la actualidad el tramo entre Sifón y La Abundancia está abandonado, pues el proyecto le fue retirado a Sánchez Carvajal en el 2018 y desde entonces no se realiza mantenimiento a la obra.
La sección principal de 29 kilómetros se complementa con la punta norte de 7 km (La Abundancia-Florencia), único tramo concluido, y la punta sur de 7,9 km (Naranjo-Sifón). Los vecinos llevan casi 50 años esperando por esta vía que acortaría en 45 minutos el viaje a la zona norte.