Un conjunto de obras para que aguas residuales de 11 cantones no desemboquen llenas de desechos a ríos de San José ya alcanza el 69% de ejecución.
La molestia de comunidades josefinas que han soportado en últimos años el polvo, barro y calles destruidas que deja la maquinaria de Acueductos y Alcantarillado (AyA) responde a ese plan de saneamiento en la capital.
Hasta hoy, el rebalse de aguas residuales de hogares, oficinas y comercios sin tratamiento es habitual en San José lo que envía en promedio unas 38 toneladas diarias de desechos sólidos a los cauces. En invierno, el asunto se dispara más.
Esto, en consecuencia, agravaba la contaminación en los barrios abajo del río y en el mar; un creciente problema según aumenta la población del Área Metropolitana.
Con un costo estimado de $388 millones, el llamado Proyecto de Mejoramiento Ambiental del Área Metropolitana de San José persigue disminuir esta contaminación para que al 2021, las aguas residuales de 1.070.000 habitantes en 11 cantones de San José sean tratadas.
Esos cantones son San José, Desamparados, Goicoechea, Alajuelita, Escazú, Vázquez de Coronado, Tibás, Moravia, Montes de Oca, Curridabat y La Unión.
Como parte de ese cronograma, el AyA iniciará este año una de las últimas baterías de obras que deberían estar listas en el transcurso de los próximos tres años. Solo esta sección de trabajos ronda los $237 millones.
Ya dos terceras partes del proyecto terminaron.
¿Qué incluye?
El programa completo comprende 361 kilómetros de tuberías, reparar colector y redes de aguas negras y hasta un gran túnel para trasladarlas a la planta de tratamiento Los Tajos en la Uruca (inaugurada en el 2015), la cual también es parte del compendio de obras iniciadas en el 2007.
El caudal de aguas sucias tratado hoy en Los Tajos va de 480 a 500 litros por segundo, pero este se elevará a 2.800 litros por segundo entre el 2020 y 2022, indicó Manuel López, director de Recolección y Tratamiento del AyA para la Gran Área Metropolitana.
Para alcanzar esa meta, en este mes se están excavando vías públicas en el cantón de Vázquez de Coronado y Moravia. Esto con el fin de conducir aguas residuales de esas comunidades a la planta, explicó por su parte Mauricio Acuña, ingeniero del AyA a cargo de la planeación y control del Programa.
Estos trabajos consisten en la apertura de zanjas de hasta cinco metros de diámetro y de tres a cinco metros de profundidad a lo largo de cientos de metros de la calle pública.
La molestia para vecinos afectados por la maquinaria pesada es indispensable para tejer la red de cañerías de desagüe y otros conductos de los líquidos a tratar entre aguas negras, jabonosas y residuales.
La afectación, sin embargo, podría ser menor en comparación con hace unos años, porque ahora AyA utiliza una técnica para hacer parte de ductos de conducción con microtuneladoras subterráneas que abren orificios de poco más de medio metro de diámetro.
Esta técnica, llamada microtuneleo, permite perforar bajo tierra y luego instalar tubería de alcantarillado sanitario sin romper las calles en la superficie. La ruptura del asfalto solo ocurre en los puntos donde se deben hacer los pozos para que entre la máquina.
El aparato crea el conducto en línea recta hasta el siguiente pozo lo cual reduce la molestia de vecinos y transeúntes.
Próximas zonas con trabajos
Entre junio y setiembre de este año, decenas de comunidades habrán de armarse de paciencia con motivo del arranque de distintas obras.
En junio empezarán a construirse redes de alcantarillado en los distritos de Hospital, Catedral, Zapote, San Francisco de Dos Ríos, Hatillo y San Sebastián ( cantón San José). También en Desamparados, Damas, San Rafael Abajo, Gravilias (Desamparados) y en Concepción y San Felipe (Alajuelita). Del mismo modo en San Pedro, Sabanilla, San Rafael (Montes de Oca); Curridabat, Granadilla, Sánchez (Curridabat) y en San Ramón (La Unión).
Estos trabajos se extenderán por año y medio según el cronograma del AyA. Este también se contempla, a partir de junio, la construcción de dos desvíos a la altura de los ríos Tiribí y María Aguilar para evitar que aguas negras hoy cayendo sobre esos cauces sigan hacia la planta de tratamiento.
En agosto empezará la rehabilitación y extensión de algunos colectores. Se denomina colector o alcantarilla colectora al conducto del alcantarillado público donde se vierten las aguas de diversos ramales.
Estos trabajos previstos para dos años y medio se localizarán en puntos que incluyen Uruca (San José); Calle Blancos e Ipís (Goicoechea); San Isidro y Patalillo (Coronado); San Juan, Cinco esquinas, Anselmo Llorente, Colima y León XIII (Tibás); San Vicente y Trinidad (Moravia) y San Pedro (Montes de Oca).
En agosto también se inicia el tejido de redes de alcantarillado sanitario en los distritos de Hospital y San Sebastián (San José); San Juan de Dios, San Rafael Arriba y San Rafael Abajo (Desamparados); Aserrí Concepción de Alajuelita); centro de Curridabat, Sánchez y Tirrases (Curridabat) y en San Juan de La Unión.
Entre setiembre y octubre, además, habrá rehabilitaciones de colectores y subcolectores en las zonas norte y sur de San José; así como extensiones de líneas de conducción de aguas ya creadas las cuales requieren alargarse para llevar los líquidos contaminantes hasta la planta Los Tajos en la Uruca.