A partir del 14 de febrero, los usuarios de la ruta 32, que une San José con Limón, se enfrentarán al cierre del antiguo puente sobre el río Virilla, conocido como puente del Saprissa.
Este lunes, autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) dieron la orden de inicio para la rehabilitación de la vieja estructura, que fue encargada al mismo consorcio que construyó el puente nuevo.
El director del Conavi, Mauricio Batalla, dijo a La Nación que inicialmente se realizarán cierres parciales, pero a partir de marzo se suspendería el paso por completo en ese puente, por lo que todo el tránsito de ambos sentidos se concentrará en el nuevo paso de tres carriles, que fue puesto en servicio en el 2020.
LEA MÁS: MOPT inaugura nuevo puente del Saprissa con trabajo pendiente para eliminar ‘cuello de botella’
Según la estimación del Conavi, la obra tendrá un plazo de ejecución de 12 meses y tiene un costo de $18,6 millones, financiados por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Batalla destacó que la estructura está en “tan mal estado” que la rehabilitación implica “prácticamente hacerlo nuevo”. De acuerdo con la información del MOPT, el del Saprissa es uno de los 500 puentes que se encuentran en estado crítico.
Las obras encargadas al consorcio conformado por las constructoras MECO y Puentes y Calzadas consisten en el reforzamiento y ampliación del tablero, con lo que se agregará un carril, es decir ambos puentes tendrán tres carriles cada uno.
LEA MÁS: Conavi vuelve a confiar en MECO y UNOPS para rehabilitar viejo puente del Saprissa
Además, será necesaria la demolición y reposición de las vigas prefabricadas y losas de concreto, así como un refuerzo de todas las pilas, bastiones y sus cimientos. Se sustituirán los apoyos, juntas y se instalarán topes sísmicos y se construirá un sistema de drenaje.
“Se hará una demolición en ambos extremos, el tramo central será postensado externo en fibra de carbono, en el caso de las fundaciones se deberán construir accesos para las pilas, y a partir de ahí se comenzará a reforzar las fundaciones hasta las pilas, los trabajos van a ser casi en todo el puente al mismo tiempo para lograr cumplir con este plazo tan ambicioso de 12 meses”, explicó el ingeniero de UNOPS, Dennis Fernández, al explicar los motivos de los cierres.
Al igual que en el puente nuevo, los trabajos contemplan la colocación de vallas para evitar la caída de personas.
UNOPS al frente
La gestión de esta obra, también fue encargada a la Oficina de las Naciones para Proyectos (UNOPS por sus siglas en inglés).
El jerarca de Obras Públicas, Luis Amador, defendió el contrato, a pesar de los cuestionamientos lanzados meses atrás luego de que la Contraloría señalara a esa oficina por la falta de transparencia y rendición de cuentas.
“Es un contrato abierto que estaba activo que se podía rápidamente retomar y dar orden de inicio y aún así hoy estamos casi en febrero y fue hace como cinco meses que empezamos a ver si lo podíamos reactivar, ahora imagínese usted en un puente que está comprometido que se podría caer, gastarnos tres años más en volver a sacar una contratación y los incrementos de costos en todo, por tres años más que hay que esperar”, dijo Amador.
LEA MÁS: Agencia de la ONU evade dar cuentas por construcción de paso a desnivel en Garantías Sociales
Por la estructura sobre el río Virilla pasan a diario cerca de 25.000 automotores. Una gran parte corresponde a vehículos pesados que transportan carga a los puertos limonenses.
El puente sobre el río Virilla fue construído en 1986 y desde su habilitación ha sufrido daños y deterioro de elementos estructurales, además es necesario el reforzamiento para que cumpla con la normativa sísmica actual.
El plan para la rehabilitación del puente había quedado en suspenso desde el 2020, cuando se inauguró el nuevo paso, pues la intención era realizar esa obra mediante una adenda al contrato para así aprovechar el equipo y accesos que el consorcio a cargo ya tenía en el sitio.
No obstante, las investigaciones por el Caso Cochinilla, hicieron que el gobierno anterior pusiera en pausa la obra, ya que uno de los contratistas (MECO) era uno de los principales investigados en esa causa.
En noviembre anterior, el Conavi comunicó la decisión de reactivar dicha adenda, así como el contrato con UNOPS.