El puente sobre el río Barranca ubicado sobre la ruta 23, que comunica puerto Caldera con El Roble de Puntarenas, tendrá pasos regulados a partir del próximo lunes 18 de setiembre.
La estructura será sometida a una rehabilitación mayor, por lo que durante los próximos 11 meses solo se dispondrá de un carril que funcionará de manera alternativa para uno y otro sentido.
De acuerdo con la información del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), las labores de rehabilitación incluyen sustituir, reforzar, reconstruir y ensanchar varios de los elementos principales del puente, como la losa de rodamiento, las vigas, los bastiones, así como las pilas, los apoyos, las conexiones y las juntas de expansión, entre otras piezas.
Las obras fueron encargadas a la empresa Puentes y Calzadas, por un monto de ¢2.870 millones.
La regulación del paso se aplicará desde el inicio de las labores y eventualmente será necesario realizar cierres totales que serán anunciados previamente.
El puente de 177,8 metros, tiene un ancho de 10,6 metros, de los cuales 8,95 corresponden a la calzada por donde pasan vehículos y ciclistas.
Con la intervención, el puente pasará a 12,55 metros de ancho, se tendrá un carril por sentido (carriles de 3,6 metros de ancho), espaldones (1 metro de ancho), barreras de concreto y un espacio compartido de 2,5 metros de ancho para el tránsito de peatones y ciclistas.
La estructura por donde pasa un importante tránsito de mercancías y turismo, beneficia también a los vecinos de El Roble y Caldera, que a diario lo utilizan para dirigirse a centros educativos, centros de salud y comercios.