Recope enfrenta otro fiasco. En dos contratos, por $92 millones, para ampliar la capacidad de almacenamiento de gas, gasolina, diésel y búnker en Moín, Limón, la empresa española a cargo de las obras las dejó inconclusas.
Ahora, la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) pretende, con recursos propios, continuar y posiblemente terminar los tanques en el 2022.
La compañía española Felguera IHI S. A. empezó las obras en 2012 y debía completarlas en el segundo semestre del 2018, pero “abandonó” los dos proyectos desde setiembre del año pasado cuando su casa matriz, en España, entró en crisis financiera.
El primer contrato, por $49 millones, es el llamado Sistema de Almacenamiento de Gas Licuado de Petróleo (Sagas), en el cual dejó pendiente un 17%. El segundo contrato, por $43 millones, es la construcción de tres tanques para guardar combustibles y quedó pendiente el 14%.
La Intendencia de Energía de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep) confirmó, en su resolución RE-0048-IE-2019 del 10 de julio de 2019, que las obras, financiadas con crédito internacional, no se completaron.
“El proyecto se encuentra abandonado”
Esta no es la primera vez que un proyecto de Recope tropieza.
El plan para construir una refinería con China quedó descartado en 2013 e implicó un gasto de $50 millones; lo mismo ocurre con la ampliación del muelle petrolero en Moín (Limón), de $112 millones, que tiene cinco años de demora.
Ahora está en suspenso Sagas, que consistía en cuatro esferas para guardar gas de cocina en el plantel de Moín. Con ellas, se ampliaría la capacidad de almacenamiento nacional de 10.500 m³ (65.000 barriles) a 24.500 m³ (154.000 barriles).
El plan contemplaba, además, intervenir varias esferas ya existentes en el plantel, adicionar seis recipientes horizontales de almacenamiento llamados “salchichas”, sistemas de interconexión y bombeo entre toda la instalación nueva y previa, sistemas contra incendios e incluso desmantelar obras, equipos y materiales fuera de servicio con motivo de la ampliación.
El otro contrato consistía en un nuevo tanque para gasolina súper con capacidad para 100.000 barriles, otro para diésel de 350.000 barriles y otro más para búnker, de 100.000 barriles.
El contrato para las esferas de gas se adjudicó a la española mediante la licitación N.º 2011LN-000009-02 y el de los tanques con la licitación N.º 2012LN-000004-02.
“Durante la visita técnica realizada el 9 de mayo de 2019, se hace constar que el proyecto se encuentra abandonado por parte de Felguera IHI, por lo que Recope indicó que está en la resolución contractual”, indica la Intendencia de Energía en referencia a las esferas de gas.
Según la Intendencia, Recope informó que cuatro esferas (entre nuevas y anteriores) ya están en operación mientras otras dos están inactivas aunque sí construidas.
En el caso de los tanques para los otros hidrocarburos, la Intendencia añade que, en noviembre del 2017, Felguera IHI S. A. comunicó a Recope sobre una situación financiera que estaba enfrentando su casa matriz, situación que la obligó a refinanciar sus operaciones.
Max Umaña Hidalgo, gerente general de Recope, confirmó a La Nación que gestionarán autorizaciones en ambos casos para completar con recursos propios las obras que estén próximas para su puesta en marcha y nuevas contrataciones para obras que requieran materiales, servicios y equipos no disponibles por parte de la Refinadora.
FUENTE: Elaboración propia. DISEÑO/LA NACIÓN.
Situación de la empresa
Duro Felguera (casa matriz de Felguera IHI S. A.) suscribió en mayo del 2018 un acuerdo con varios bancos para acomodar su nivel de deuda, según comunicó ese grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), de España.
La operación de ajuste patrimonial sobrevino luego de resultados adversos en los años 2015, 2016 y 2017 que ocasionaron el desequilibrio. Solo en el 2017, la multinacional española, con sede en Gijón, reportó una pérdida neta de 254,5 millones de euros frente a 18,2 millones en el ejercicio anterior (236,3 millones de diferencia).
También en mayo del 2018, Felguera IHI S. A., filial a cargo de los trabajos de Recope, planteó un reclamo económico y una ampliación de plazo a la Refinadora. La gestión fue rechazada por insuficiente justificación.
La Intendencia de Energía, indica que Recope consideró que la metodología de cálculo empleada por el contratista para alegar el supuesto desequilibrio económico era improcedente. Incluso luego de reuniones entre ambas partes, la Aresep reporta que no se obtuvo acuerdo.
“El contratista mantiene paralizadas las actividades sin indicar a Recope cuáles serían las acciones por implementar para concluir las obras. Ante esta situación, a partir de marzo de 2019, Recope inició el proceso de resolución contractual administrativa y se trabaja en la definición de daños y perjuicios”, precisa la resolución de la Aresep.
Según Aresep, Recope estima posible finalizar los tanques y empezar a usarlos en junio 2022.
Los otros proyectos
El fallido proyecto de una refinadora con China se inició en el 2009, con la creación de la empresa conjunta Sociedad Reconstructora Chino Costarricense (Soresco) con un aporte de $50 millones por parte de Recope y la misma suma por parte del socio chino.
El plan quedó frenado en junio de 2013, cuando la Contraloría General de la República (CGR) advirtió de que el estudio de factibilidad lo hizo una firma ligada al socio chino.
En el 2017, el Gobierno disolvió la sociedad, decisión que no apoyó la contraparte china por lo cual el diferendo se elevó a un arbitraje iniciado en agosto de 2017 ante la Corte Internacional de Arbitraje de la Cámara de Comercio Internacional domiciliada en Londres.
Mientras, en Costa Rica, la Fiscalía sigue una investigación contra seis personas por el supuesto delito de administración fraudulenta y sustracción de $70 millones.
Los sospechosos son de apellidos Trejos Gómez, Naranjo Sánchez, Edward Early, Ulate Padget, González Fonseca y Xu, este último de nacionalidad china.
Aunque en noviembre pasado se les dictó medidas cautelares como impedimento de salida del país, estas fueron levantadas el 5 de julio por el Juzgado Penal.
Además, hace casi siete años, comenzó la construcción del nuevo muelle petrolero de Recope también en Moín pero hace dos años está detenida con 95% de avance. Debió estar lista en el 2014.
Con esta obra, se esperaba una disminución en los precios de los combustibles, pues el muelle tiene mayor profundidad que el actual y eso permitiría recibir buques petroleros de más tamaño y, por consiguiente, contratar menos transporte marítimo.
En el 2013, la Casa Presidencial cifró el ahorro que generaría la obra en $20 millones anuales (¢12.100 millones).
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Inicialmente, costaría $98 millones, pero los atrasos la elevaron hasta $112 millones ($14 millones más).
El atraso se debe un diferendo entre el consorcio constructor, formado por la mexicana Ingenieros Civiles Asociados (ICA) y la costarricense MECO.
Max Umaña Hidalgo, gerente general de Recope, aseguró que ya está terminada toda la infraestructura y la instalación de los equipos y se trabaja en detalles finales de la obra eléctrica y del sistema de control.
Adelantó, incluso, que este mes de julio se está capacitando personal sobre diversos equipos y sistemas que se integran al proyecto. La instrucción se imparte a 45 personas de diversas áreas quienes deberán estar debidamente preparadas para asumir las labores en la nueva facilidad portuaria.
El gerente, sin embargo, no aclaró cuándo podría entrar en operación esa nueva infraestructura.