La urgente reparación del puente sobre el río Tempisque, en la ruta entre Limonal y Nicoya, en Guanacaste, tardará unos nueve meses y costará cerca de $1,8 millones.
Ese plazo no incluye los tiempos que necesitará la empresa que se encargará de la obra para las labores de inspección, diagnóstico y diseño de los trabajos.
Mario Rodríguez, director del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi), confirmó a La Nación que este martes se publicó oficialmente el cartel de licitación para la contratación directa de los arreglos en el puente de La Amistad,
Según dijo, se trata de una licitación abierta pero abreviada por lo que podrán recibir múltiples ofertas, pues la Contraloría General de la República les negó la posibilidad de una contratación dirigida a una empresa en específico.
A partir de ahora, las empresas interesadas tendrán 21 días hábiles para presentar sus ofertas.
La estimación del Conavi es que el arreglo podría quedar adjudicado en junio de este año Sin embargo, los trabajos en el puente comenzarían en enero del próximo año, luego de completar las fases de diagnóstico y diseño.
Rodríguez indicó que solo será necesario cerrar por completo el paso de vehículos por la estructura durante tres meses y que durante los otros seis meses se mantendrá en operación.
Por ello, se deberá buscar el mejor momento para evitar que los cierres coincidan con las épocas fuertes de producción agrícola y turismo en esa región guanacasteca.
“El proyecto como un todo tiene fundamentalmente una serie de etapas. La primera son estudios preliminares que se tienen que hacer de recolección de información.
“El diseñador tiene que apoyarse en el Lanamme (Laboratorio Nacional de Materiales) y en el Instituto Tecnológico de Costa Rica; entonces parte de los plazos están vinculados con ese proceso”, aseveró el funcionario.
Más costoso
El puente de La Amistad fue donado por el Gobierno de Taiwán y se inauguró en abril de 2003. El costo de la estructura, de 780 metros, fue de ¢10.140 millones. Desde su construcción no ha recibido mantenimiento.
Inicialmente, el Conavi había estimado que la reparación de la superestructura costaría $1 millón. Sin embargo, ahora se está reservando una partida por $1,8 millones para cubrir los trabajos.
Rodríguez indicó que el encarecimiento se justifica porque la primera estimación partía de los cálculos que se habían hecho en relación a los sistemas de amortiguamiento, pero resultaron más costosos.
Además, se incluyó en esta contratación la instalación de sistemas de iluminación autosustentables para reducir el mantenimiento, los cuales se colocarán de forma que se resguarden del vandalismo.
“Vamos a ver en cuánto viene la oferta (...). Estamos hablando de que aquí estamos haciendo dos cosas: unos trabajos que ya están diagnosticados y que son urgentes, pero podría surgir algún otro tipo de intervención, que ya quedaría con planos listos”, explicó.
El director del Conavi confirmó que una de las opciones que se ha planteado para aminorar el impacto del cierre sería la habilitación de un ferry de cabotaje, pero esto no depende de ese consejo.
Según dijo, dicha solución dependería de que una empresa privada muestre interés en prestar el servicio y se analice a nivel de otras instancias, entre ellas el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
Atención urgente
Los puntos de intervención que requiere el puente son de conocimiento del Conavi desde hace varios años, pues desde que se inauguró no ha recibido mantenimiento.
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El año pasado, el desprendimiento de una de las juntas de expansión puso a correr a las autoridades, ya que la sustitución de esa pieza estaba prevista dentro de la intervención que ahora está por contratarse y era considerada una de las labores más urgentes.
Los puntos más críticos de la estructura se determinaron luego de una visita del diseñador del puente Helmut Wenzel, en el 2019.
En esa ocasión, los expertos indicaron que la junta de expansión, que une el puente atirantado con la estructura de concreto rígida, estaba “muerta” y advirtieron de que en caso de un sismo el puente corría un alto riesgo.
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Esto porque, precisamente, la función de esa pieza es permitir que el puente se mueva en caso de un sismo sin pegar con las estructuras adyacentes.
Esa es una de las razones que explica por qué las aceras tienen fracturas, ya que durante el terremoto de Sámara, en el 2012, la estructura “quiso moverse y chocó con las aceras”.
El otro punto urgente de intervenir son los apoyos que soportan la superestructura, que es la parte por donde transitan los vehículos.
Además, el Lanamme había recomendado en varios informes brindar mantenimiento al sistema de protección de pintura y la necesidad de reparar daños por agrietamiento y desprendimiento del concreto en las aceras y bordillos de las juntas, así como otros daños en la superficie de rodamiento asfáltica, y arreglos en sistemas de iluminación.