La Gerencia General de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) habla de un déficit del 40% en sus ingresos producto de la carga en contenedores que dejará de captar. ¿Qué opciones considera usted para que la entidad obtenga nuevos recursos?
Hay varias alternativas, pero el Gobierno y la Junta Directiva de Japdeva, desde ya, deben buscar esas alternativas. Una de esas alternativas es que las estibas vuelvan a manos de Japdeva; no se puede seguir concesionando actividades que pertenecen a Japdeva.
”También se debe ir trabajando en un nuevo puesto de atraque granelero. Hay que prepararse desde ya; no hay que esperar a enero de 2018 (fecha de inauguración del nuevo megapuerto)”.
Las autoridades de la entidad hablan de entrar en el negocio de desarrollos inmobiliarios. ¿Cree que es buena idea?
No, no, no... Mire, necesitamos gente que sepa de actividad portuaria (...); esa no es la actividad para la que fue creada Japdeva; no tiene nada que ver con la actividad portuaria.
Entonces, ¿qué actividades podría hacer Japdeva?
Se pueden atender barcos, repararlos, venderles combustible dentro de los puertos; esas actividades son rentables.
¿Teme que si no se logran generar nuevos ingresos en la misma Japdeva se utilicen dineros provenientes del canon del nuevo puerto en el pago de salarios y convención colectiva?
Eso sería imperdonable porque Japdeva tiene muchas posibilidades de generar nuevos ingresos por medio de diferentes actividades.
Según las proyecciones de APM Terminals, en el primer año de operación del megapuerto se entregarán a Japdeva $12,5 millones; eso es tres veces más de las utilidades de Japdeva en 2015. ¿Aún cree que el proyecto no es conveniente para Limón?
Primero, respeto para la institución. Japdeva ha sido el gobierno ausente en Limón, Japdeva ha hecho las funciones del MOPT, del Ministerio de Salud, las del Ministerio Público; hemos abierto caminos en los pueblos más abandonados.
Pero, en los últimos años, la inversión es cada vez menor.
Reconozco que por la falta de maquinaria no hemos podido tener los mejores ingresos, pero si no existiera Japdeva, Limón estaría peor en los índices de desarrollo.
”Hay que ver cuánto van a pagar porque estas empresas son muy hábiles para maquillar, puede ser que den eso, pero no están obligados”.
Ustedes siempre se opusieron al proyecto, pero la iniciativa es ya una realidad. ¿Consideran que perdieron la batalla?
No. Nunca nos hemos opuesto a este proyecto, a lo que nos oponíamos y nos seguimos oponiendo es a la canallada que el Gobierno hizo para favorecer a APM Terminals. Me refiero a darles la exclusividad en el manejo de contenedores.