La ruta 27 registró un deterioro aún mayor en su condición funcional en los últimos dos años, luego de los cuales también se han identificado más riesgos de accidentes, eventos geológicos y deficiencias en movilidad.
Estos son hallazgos que el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) incluyó en el último informe sobre las condiciones de la carretera San José-Caldera, dado a conocer este miércoles, según el cual, la vía mantiene solo un 32% de sus pavimentos en categoría “buena”, mientras que el 68% restante se califica como “regular”, en lo que corresponde a la funcionalidad.
Ese último porcentaje representa un 4% más que lo detectado en esa situación en la evaluación anterior, que abarcó el periodo 2020-2021.
La condición funcional se relaciona específicamente con el confort de los usuarios que transitan por la vía y los costos de operación.
LEA MÁS: Lanamme alerta de riesgos para conductores por deterioro de ruta 27
El Lanamme advirtió, además, que en relación con los deterioros superficiales se sigue la tendencia marcada desde la campaña de evaluación 2018-2019, con un aumento de los deterioros como “piel de lagarto”, baches y la exudación; mientras que las grietas disminuyeron.
“Es de recordar que el cartel de licitación para este proyecto, prohíbe del todo la existencia de la exudación, deterioro que ha sido relacionado a nivel mundial con bajos niveles de agarre superficial”, señala el documento.
Otro de los aspectos evaluados es la condición de agarre que brinda la vía para los vehículos.
De acuerdo con el estudio, en el sentido San José-Caldera, un 32,46 % de la vía se ubica entre la condición “muy deslizante y deslizante”, mientras que en el sentido contrario el 35,07 % del pavimento presenta esa condición. Esta categoría también representa una desmejora respecto a la última medición.
Problemas geológicos
Como parte de la evaluación, el Lanamme repasó los datos recopilados sobre deslizamientos ocurridos en la carretera desde el inicio de la concesión y hasta setiembre del 2022.
En los últimos 12 años se registraron 65 eventos; 63 fueron deslizamientos y dos hundimientos, siendo el 2011 el año con más incidentes.
“Se determinó que los 11 cierres por deslizamientos se han dado en sitios recurrentes y que la afectación a los usuarios por los deslizamientos ha sido, en la mayoría de los casos, de forma indirecta, aunque en varias ocasiones el material deslizado ha impactado vehículos”, añadieron los especialistas.
El tramo donde se han presentado más afectaciones es el que va de Ciudad Colón a Orotina, el cual se ubica mayoritariamente en zona de montaña.
LEA MÁS: Lanamme advirtió de debilidad en taludes en la ruta 27
El Lanamme indicó que de no contemplar las recomendaciones que se han venido realizando en los diferentes informes, es muy probable que los problemas persistan, contemplando, sobre todo, los fenómenos extraordinarios de lluvias que afectan al país cada vez con mayor frecuencia.
Riesgos para seguridad de usuarios
En las categorías de movilidad y seguridad vial, también se identificaron deficiencias tanto en la vía principal como en sus radiales.
Esas falencias incluyen problemas en diseño, señalamiento, sistemas de contención vehicular, conectividad entre centros atractores, infraestructura peatonal y de transporte público.
Por ejemplo, se cita que los anchos de espaldón interno y externo son insuficientes, hay cunetas con sección riesgosa, así como luminarias, pilas o postes de señales que representan riesgos para los usuarios.
“Las barreras semirrígidas y barreras de concreto presentan elementos que irrumpen la continuidad del dispositivo, condición que limita su funcionamiento como sistema y podría aumentar la severidad de un choque vial”, revela el análisis.
Además, las aproximaciones a las casetas de peajes cuentan con elementos de concreto que, en caso de ser colisionados, podrían desprender trozos de concreto, y así aumentar la severidad de los daños a los usuarios y personal del peaje.
Sobre las cunetas, se menciona que estas presentan una sección transversal triangular, que, acompañada del escaso ancho de los espaldones y las bifurcaciones, “representa un riesgo continuo a través de toda la vía”.
A nivel de accidentabilidad vial, se determinaron nueve tramos que presentan un riesgo de siniestralidad con clasificación “riesgo alto de ocurrencia de choques viales”.
El informe señala que se ha advertido al Consejo Nacional de Concesiones (CNC) sobre deficiencias en sistemas de contención vehicular que han propiciado choques viales o han incidido en aumentar su severidad.
Finalmente, las recomendaciones emitidas por el laboratorio contemplan realizar intervenciones tempranas en aquellas zonas con deterioros en los pavimentos, así como mantener y mejorar los estándares de calidad y conservación del proyecto.
En relación con los taludes, se recomienda al CNC, remitir a la empresa Ruta 27, la información contenida en este informe como insumo técnico, además realizar estudios de movilidad de usuarios no motorizados, para identificar los sitios de mayor interacción de usuarios vulnerables con la vía y utilizar un modelo de demanda de transporte urbano actualizado que permita identificar los patrones de movilidad .