Las inundaciones que ocurren en el paso a desnivel en el cruce conocido como la Firestone, en la autopista General Cañas (San José-Alajuela), se pudieron haber resuelto desde hace un año si el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) le hubiera remitido un oficio al Fideicomiso Ruta Uno, encargado de la obra, para que utilizara los recursos que se destinaron en el presupuesto extraordinario del año 2021 para atender este problema.
Esta fue la versión que dio la mañana de este martes esa oficina, adscrita al Banco de Costa Rica (BCR), en respuesta a los señalamientos que lanzó el Conavi el fin de semana, respecto a que existió omisión en el estudio hidrológico y el diseño hidráulico de la obra. De acuerdo con el Consejo, estas inconsistencias “no permiten asegurar que la solución ingenieril considerada en el diseño pueda resolver el problema de captación de agua en dicho sector”.
El Fideicomiso reclamó que el asunto se pudo haber resuelto desde noviembre de 2021 con los ¢2.000 millones que se presupuestaron para este tema, pero que no se han ejecutado porque el Conavi no le ha aprobado y notificado la existencia de ese dinero para iniciar los arreglos en la ruta.
“Se les ha venido recordando en múltiples ocasiones que para poder utilizar esos fondos sin contravenir la ley, es necesario que el Conavi apruebe y notifique al Fideicomiso la incorporación del proyecto de mejoramiento del sistema de drenajes de la RN129 en el Programa de OBIS; es decir, se requiere de una simple comunicación que hasta la fecha no se ha realizado y que legalmente le impide al Fideicomiso hacer uso de esos fondos.
“No sobra mencionar que forma parte de las obligaciones y responsabilidades del Banco de Costa Rica, en calidad de fiduciario de este importante proyecto vial, garantizar en todo momento el cumplimiento efectivo del marco jurídico vigente y, por lo tanto, hemos venido insistiendo vehemente que se requiere de esa simple formalidad para poder iniciar las acciones necesarias para solventar la problemática”, alegó la firma.
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Ruta Uno dijo entender la urgencia de atender estas inundaciones, pero alegó que todos los procedimientos que se lleven a cabo deben obedecer el ordenamiento jurídico y que por eso necesita el permiso de Conavi para ejecutar los recursos e iniciar los arreglos.
‘Desde hace años’
El Fideicomiso indicó que “desde hace varios años” se presentan problemas por la deficiencia de los sistemas de drenaje en esta carretera, lo que provoca que colapsen cuando se producen fuertes lluvias, y que desde el 2016 la Unidad de Gestión y Evaluación de la Red Vial Nacional del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) evidenció “la ausencia de estructuras y sistemas adecuados de drenajes”.
Además, recordó que la Sala Constitucional declaró con lugar un recurso de amparo en el que ordenó al Conavi adoptar “todas las medidas para solucionar la correcta canalización de las aguas que afectan la Ruta Nacional 129 (Belén-Flores)″.
“La problemática presentada en la ruta registra antecedentes que refieren a fechas anteriores al año 2017, año en el que fue comunicada la Orden de Inicio al fiduciario por parte del fideicomitente a través del oficio No. DIE-13-17-0382. Es evidente además que la ampliación y mejoramiento del Paso a Desnivel de Firestone no fue la causante de los problemas que sufre la Ruta Nacional No. 129, toda vez que el área de influencia de las intervenciones realizadas por el Contratista se limita al sector donde convergen las rutas nacionales 1 y 129″, dijeron.
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Según Ruta Uno, la solución requiere intervenir aproximadamente 700 metros a lo largo de la vía que comunica Belén y Flores. Asimismo, dijo desconocer las razones por las cuales el Conavi no comenzó desde el conocimiento de su propuesta, en julio del año 2020, las intervenciones, ni tampoco por qué les traslada toda la responsabilidad a la gestión.