El diagnóstico es lapidario. El Banco Cooperativo Costarricense (Bancoop) está quebrado y la única forma de salvarlo es si las cooperativas dueñas deciden inyectarle nuevos recursos.
El interventor propietario de la entidad, Alonso Medina, defendió ayer la sugerencia que le envió al Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), el cual solicitó la quiebra el 30 de agosto.
Medina dio una entrevista a La Nación acompañado del interventor adjunto, Leonel Arce, y la asesora legal de la intervención, Xinia Alfaro.
Reveló que las deudas del banco llegan a ¢5.500 millones aproximadamente.
Bancoop fue intervenido desde el 10 de diciembre de 1998 por problemas de liquidez y se dice que sus pérdidas superan los ¢3.854 millones.
La petición de quiebra -sin embargo- está suspendida debido a que dos cooperativistas, Osvaldo Murillo y Alvaro Guzmán, interpusieron un recurso de amparo en contra del Conassif, exigiéndole mayor información sobre la situación del banco.
Consultado sobre el criterio del interventor Medina, Rodolfo Navas -quien es representante de las cooperativas dueñas- dijo que el comité de propietarios de Bancoop se reunirá esta semana para analizar el tema y tomar una decisión.
Sin salida
Medina defendió que el banco está técnicamente quebrado.
"Del lado de las cooperativas se manejaba la idea de que podría salir adelante, pero eso solo se logra teniendo dinero en efectivo, y cuando se les dijo que se necesitaban ¢2.500 millones como mínimo para pagar a los acreedores, dijeron que no podían recapitalizarlo", explicó.
Comentó que por norma contable, cuando una entidad financiera tiene pérdidas superiores al 50 por ciento del capital se considera en quiebra.
"Las pérdidas acumuladas del banco -detalló- eran superiores al 50 por ciento del capital y si a eso le sumamos que el nivel de pasivos era superior al de los activos, vemos que hay otro hueco adicional y la única manera de taparlo es inyectándole capital".
Medina informó de que el pago a los ahorrantes y a las personas con títulos estará suspendido hasta que la Sala IV resuelva el recurso de amparo y el Conassif solicite ante el juzgado respectivo la quiebra.
Lo único que opera normalmente son los fideicomisos.
Más información
Osvaldo Murillo -gerente del Consorcio de Cooperativas de Consumo (CECOOP), quien interpuso el recurso de amparo que tiene detenida la quiebra y fue acogido por la Sala IV el 20 de agosto-, afirmó ayer que lo único que piden es que tanto Medina como el Conassif les den información para definir si es viable que el banco siga funcionando o no.
En respuesta, Xinia Alfaro, dijo que a los dueños se les dio la información posible, pero "el problema es que querían nombres y apellidos de clientes" y estos están protegidos por la ley.
Por otra parte, el abogado Manuel Sánchez -quien organizó el viernes una reunión con 80 acreedores- envió una carta a Navas en que le manifiesta que algunos de los acreedores están dispuestos a invertir "sumas muy considerables" para fortalecer el banco.