Los responsables de Salud del istmo reconocieron que la región no es inmune ante la posible aparición de casos de la “vaca loca”, gripe aviar, el SARS o el virus del Nilo.
Sin embargo, se mostraron confiados en la preparación, diseño y aplicación de controles epidemiológicos en sus países.
Consultados por La Nación , vía telefónica, jeraracas y directores de Epidemiología del área explicaron que la falta de presupuesto y el poco conocimiento de la gente hacen de Centroamérica una zona vulnerable al ingreso de cualquiera de esos cuatro males.
Es por ello que las naciones del istmo centroamericano apuestan a la prevención, capacitación e información con los recursos a su alcance, estimaron los diferentes funcionarios.
Control por países
En el caso guatemalteco, Otto Rolando Cano, director de Epidemiología, dijo que, desde hace meses, el país trabaja en la capacitación de personal médico para enfrentar posibles casos.
Paralelamente, comenzarán con campañas de información a la población, especialmente de las zonas más alejadas del país.
“Tenemos cordones sanitarios internos y con nuestros vecinos (México, Honduras y El Salvador). Estamos en constante vigilancia; aunque el país esté preparado, ningún sistema garantizará que no penetren en el país”, dijo.
Similar fue la opinión de Herberth Betancourt, viceministro de Salud salvadoreño, quien, entre los planes, destacó los controles sanitarios en puestos fronterizos, aeropuertos y muelles.
Asimismo, comentó que el país cuenta con un hospital preparado para atender casos de SARS, ubicado en la capital.
“Decir que tenemos barreras infranqueables es imposible, pero El Salvador está preparado”, dijo.
En Honduras, Elías Lizardo, titular de Salud, señaló que su representada trabaja de la mano con el Ministerio de Agricultura y Ganadería para aplicar los controles fitosanitarios (en el caso de la “vaca loca” y gripe aviar).
Al igual que sus homólogos de la región, Lizardo apuesta por el control cruzado de información y medidas entre países.
Carlos Hurtado, del departamento de Epidemiología de Nicaragua, explicó que, quizá, la enfermedad “menos” controlable es el virus del Nilo, puesto que se propaga mediante la migración de aves.
Hurtado reconoció los esfuerzos de su país y del istmo por tener registros completos con las aves que migran a la región, los mosquitos que transmiten el mal y protocolos en casos de diagnósticos positivos.
En Panamá, Fernando Gracia, ministro de Salud, fue enfático al manifestar que, ante nuestra vulnerabilidad, la mejor defensa es el trabajo mancomunado.