El presidente legislativo, Mario Redondo, está dolido con un grupo de diputados, incluidos tres jefes de fracción, porque frenaron su propuesta de reforma al Reglamento del Congreso.
La iniciativa no logró los 38 votos necesarios para darle prioridad en la agenda del plenario, a mediados de octubre.
El plan pretendía agilizar el trámite de los proyectos, con acciones para evitar la presentación abusiva de mociones.
“A mí me dijeron que hubo una reunión en el cafetín (soda anexa al plenario) y alguien dijo: “No le vamos a hacer el trabajo a Mario Redondo. Para que le vamos a dejar que él salga con esto”, dijo.
En la cita, aseguró Redondo, estuvieron tres jefes de fracción. Prefirió no mencionar la identidad de esos tres jerarcas.
“No quiero entrar en una confrontación con ninguno de ellos”, expresó.
Y Redondo agregó: “No me resiente la actitud de ellos. Me duele por el país. Los temas importantes para el país hay que sacarlos, sea quien sea el que los proponga”.
Vanidad y celos
Advirtió que en un tema tan importante prevaleció la vanidad política y los celos de algunos legisladores.
El presidente del Congreso dijo que la reforma reglamentaria fue consultada a todas las fracciones. Por eso no se explica la actitud que tomaron algunos de los líderes de las bancadas.
Aunque el tema sigue vigente, Redondo ve difícil que la propuesta se apruebe en el corto plazo.
En noviembre la discusión la acaparará el presupuesto del Gobierno del 2004.
En diciembre le corresponde al Poder Ejecutivo proponer la agenda del Congreso hasta el 30 de abril.
Durante ese período, reconoció Redondo, la prioridad del Gobierno será la aprobación de la reforma fiscal permanente.
En abril próximo se espera que llegue al Congreso el Tratado de Libre Comercio con los EE. UU. para la eventual ratificación legislativa.
Desde que el actual Congreso comenzó labores en mayo del 2002 hubo un clamor generalizado por reformar el Reglamento Legislativo.
Pero a la fecha no se ha concretado ningún acuerdo político en ese sentido.