Con un gesto que intentaba ser sonrisa, comedido en las palabras, el candidato liberacionista José María Figueres advirtió que es momento de dejar las disputas. Lejos de una imagen derrotista ante el resultado de las elecciones frente a Rodrigo Chaves, candidato del Partido Progreso Social Democrático, se mostró orgulloso y agradecido.
El liberacionista, el candidato con más respaldo en la primera ronda electoral, respaldado por 571.518 votos en febrero (27.3%), esta vez registraba 884.029 votos cuando se presentó ante sus seguidores en el Hotel Parque del Lago, con el discurso de la derrota. Al ser las 8:35 p. m. y una vez escrutado el 95% de las mesas era imposible un cambio en el rumbo de las elecciones. Pese al incremento en el apoyo, con respecto a la primera ronda, los datos del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) daban una ventaja a su contendiente que, aunque pequeña -poco más de cinco puntos porcentuales-, no se revertiría con las escasas urnas pendientes.
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Mientras esperaban el mensaje de Figueres y tras conocer los resultados, los diputados del PLN declararon que la agrupación tiene que hacer una revisión profunda de esta derrota. Poco después, su candidato se presentó con un gesto que parecía reflejar más satisfacción que resignación.
“Agradezco a la familia liberacionista y a muchas personas de otros partidos que se nos unieron”, expresó Figueres en el inicio de una gran lista de menciones. Agradeció a los voluntarios, al TSE, al que calificó como “el mejor tribunal del mundo”. Agradeció también a sus compañeros de fórmula, Álvaro Ramírez y Laura Arguedas. Los calificó de personas “lindas y comprometidas, que representan el sueño costarricense”. Agradeció a los que “mañanearon”, sobre todo a los más de 50.000 voluntarios de su causa.
Una frase y una advertencia
Para su contrincante Rodrigo Chaves, con quien tuvo fuertes enfrentamientos en cada debate, tan solo tuvo una frase (“Lo felicito y le deseo lo mejor”), si bien no faltó en su discurso el deseo de una Costa Rica que defienda a la mujer, entre una lista de deseos lanzados al aire.
Pocas horas antes, había lamentado las palabras del expresidente Abel Pachecho, quien, además de darle el voto a Chaves, aseguró: “Las muchachas de Zapote que se cuiden”, en referencia al personal femenino de la Casa Presidencial y las acusaciones que se han hecho sobre el hoy presidente electo.
Esta vez, con el resultado de frente, Figueres dejó de lado la polémica. Aseguró, es momento de cerrar filas y dejar atrás el mensaje de antagonismo, odio y división de la familia costarricense, para avanzar buscando las convergencias y los puntos de consenso, “las cosas que nos unen”, si bien no se puso explícitamente a las órdenes del presidente electo. Posteriormente, Chaves sí invitó al liberacionista a unírsele.
Presidente de la República en el periodo 1994-1998, hoy a sus 67 años Figueres Olsen no dejó claro si volverá a intentar llegar a la presidencia. Aunque lejos de mostrarse lastimado por el resultado, aseguró que lo que más le duele es que Costa Rica se haya perdido a “la más extraordinaria primera dama”, en alusión a su esposa Cinthia Berrocal, a quien dedicó una pausa y un abrazo.
Figueres hizo un llamado a unirse por “los derechos de las niñas, los jóvenes, las mujeres y los hombres”.
El candidato dejó para los momentos finales de su discurso una advertencia: “Costa Rica está en una profunda crisis, en estado de emergencia”
-¡Y ahora más!, le gritó una de sus simpatizantes.
Él repitió su preocupación y continúo con su mensaje, tratando de dar un mensaje de causa común hasta la última palabra: “Los insto a que esa bandera, que siempre le ha dado lo mejor a esta patria, nunca caiga y siga ondeando”, agregó el aspirante derrotado.
“Que Dios bendiga siempre a esta patria”, cerró.