A las puertas de conocer el resultado de una investigación en su contra, que efectúa la Presidencia de la República, Max Kóberg van Patten, defiende su labor como titular de la Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo Económico de la Vertiente Atlántica (Japdeva) y rechaza las denuncias que se le atribuyen por presuntas negociaciones incompatibles.
En tanto, mientras el ministro de la Presidencia, Roberto Tovar, aseguró que a principios de la semana venidera se divulgará el resultado de la pesquisa que se sigue contra Kóberg, este atribuyó las acusaciones al sindicato de la entidad, que se siente "atacado".
Desde hace tres semanas, tanto la Presidencia, como la Contraloría General de la República indagan la supuesta participación del jerarca en varias contrataciones que realizó la institución portuaria. (Véase recuadro). En ellas, Kóberg presuntamente trató de beneficiar a firmas relacionadas con su familia, cargo que niega.
El Código Penal establece que un funcionario público incurre en negociaciones incompatibles cuando se interese en cualquier contrato u operación en que intervenga en razón de su cargo.
Este es un resumen de la entrevista que concedió el jueves.
-¿A qué atribuye que se le denuncie por haber sugerido empresas para una compra?
-Me parece muy raro. Pero es que, mire, en Limón para nadie es un secreto que desde antes de que yo entrara, ya no me querían. No es ninguna historia desconocida que el sindicato, en el momento en que usted se le enfrenta, pide su cabeza.
-¿Y en qué se le ha enfrentado usted al sindicato?
-Es difícil, porque hay muchísimas cosas. Mire, es que usted me dijo que había denuncias en la Casa Presidencial y en la Contraloría, pues estas salen del sindicato. Y estoy seguro de eso porque sé que ellos se las llevaron a don Roberto Tovar.
-Bueno, pero el hecho es que usted está en el centro de dos investigaciones y hay un informe a punto de salir de la Presidencia. ¿En qué ha fallado?
-Yo me siento satisfecho porque hemos avanzado mucho y por lo que me han dicho, en Limón, a los que avanzamos mucho en Japdeva, nos ponen la puntería.
-¿Cuál espera usted que sea el resultado del informe de la Presidencia?
-El Gobierno está claro que queremos ser transparentes y limpios, que no ha habido ninguna intención de hacer nada ilegal.
-¿Teme ser sacrificado dentro de esta proclamada campaña de limpieza del Gobierno contra cualquier sospecha de corrupción?
-Es muy importante ver de dónde parten las denuncias en mi contra. Yo estoy seguro de que voy a quedar limpio, por eso no tengo temor.
-¿Se siente perseguido por el sindicato?
-No perseguido, pero atacado sí, que es diferente.
-En una denuncia se señala que usted sugirió los posibles proveedores de un equipo de radio especializado.
-Es falso que yo dijera a quiénes cotizaran. Yo lo que mandé fueron unas especificaciones y una cantidad de radios; de ahí en adelante el proceso lo llevó a cabo la Proveeduría.
-Al final solo califican dos ofertas, Ildasa -que la ganó- y Comercializadora Lajas. Esta segunda empresa la preside un sobrino suyo, ¿conocía usted esa relación?
-Mire, yo sé que ellos tenían una empresa Lajas, pero yo no sé por qué le pidieron cotización a ellos. No fui quien mandó a pedir esa cotización.
-Bueno, pero Ildasa también resultó seleccionada como proveedora de un sistema de carnés de seguridad y usted fue quien la recomendó.
-Esa sí la recomendé directamente, porque me dijo el proveedor que no hacía falta concurso.
-Pero usted sugirió otras dos empresas.
-Fue para dar una referencia.
-Empresas que, según las denuncias, están relacionadas con su familia.
-Yo, francamente, mire, puede ser que ahí sí le haya pedido a Rónald o a Eric, mis sobrinos, que cotizaran para referencia.
-¿Puede ser, o está seguro de que les pidió cotizar?
-Sí, yo pedí que me cotizaran más o menos lo mismo.
-¿Sabía usted que todas estas empresas citadas, incluida Ildasa, tienen en común que la mayoría de trámites notariales los ha hecho una cuñada suya?
-No, yo no sabía, esa es una cuestión notarial de ella.