La época lluviosa vuelve a sorprender al país sin que se atendieran cerca de 500 puentes que presentan condiciones de riesgo o su estado es calificado como alarmante, ya que podrían dejar incomunicadas importantes vías de comercio, turismo y servicios en todo el país, en caso de un colapso.
Julián Trejos, del Programa de Ingeniería Estructural del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), advirtió que el mantenimiento de esas estructuras “no ha sido el adecuado”.
Si bien se han atendiendo algunos de los casos más críticos, algunos puentes que presentaban condiciones aceptables ya comienzan a tener deterioros, debido a la ausencia de atención. Incluso, se desconoce el estado real de muchos, dada la ausencia de inspecciones recientes.
Trejos explicó que muchos de esos puentes presentan problemas en sus sistemas de protección hidráulica y algunos también tienen problemas de socavación en los terrenos que están debajo, por lo que podrían verse afectados por crecidas de los ríos, como ya ocurrió con el puente sobre el río La Estrella, en el Caribe sur, durante el invierno pasado.
“Esos puentes deberían estar monitoreados para ver cómo es su reacción ante posibles crecidas, es complejo saber cuáles puentes tienen esos problemas porque cualquier crecida podría cambiar un poco la ubicación de la cuenca y generar el daño”, explicó el experto del Lanamme.
La priorización de las estructuras por atender radica no solo en el nivel de riesgo que presentan, sino también de la ruta donde se ubican y de la cantidad de tránsito que circula por allí.
Falla inminente
En mayo anterior, el Lanamme advirtió que 45 puentes en riesgo de “falla inminente” carecen de un plan de intervención por parte del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
En total, ese laboratorio identificó 63 estructuras en riesgo de colapso. Así se consignó en un reporte enviado a las autoridades del Conavi desde febrero pasado, en el que también se enlistó a 465 puentes que presentan una condición alarmante.
A partir de esta advertencia, ese Consejo envió una respuesta en la que detallaba atenciones realizadas a 18 de esos pasos y varias posibles intervenciones para el resto de las estructuras.
Al mismo tiempo, según estimaciones del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), se requieren de unos $200 millones, en un plazo de al menos diez años, para completar la atención de todas las estructuras identificadas.
Para realizar esas intervenciones, el Gobierno gestiona un crédito de $700 millones con el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que aún se encuentra a la espera de aprobación en la Asamblea Legislativa.
Desde finales de julio anterior, el Conavi suspendió los contratos de conservación de las principales rutas nacionales porque se quedó sin recursos para cumplir con los contratos adquiridos.
En un comunicado enviado la semana pasada, el director de esa institución, Mauricio Batalla, afirmó que solicitarían recursos adicionales al Ministerio de Hacienda para poder atender las posibles emergencias en la red vial asfaltada y puentes.
Sin embargo, el jerarca de esa cartera, Nogui Acosta, aseguró que en este momento no se cuenta con recursos para otorgar más dinero para la conservación vial y que habría que hacer revisiones a lo interno del presupuesto del MOPT, así como de otros ministerios, a fin de analizar un posible presupuesto extraordinario.