Integrada a la denominada Gran Chacarita, la ciudadela El Progreso de Barranca, Puntarenas, es una comunidad agobiada por el desempleo y un “creciente consumo de drogas”, según autoridades policiales. Ese centro de población se empezó a formar en 1988, cuando los primeros pobladores invadieron los terrenos. Luego se desarrolló un proyecto habitacional del Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI), inaugurado en 1992. Consta de 650 casas y una población de unas 8.000 personas. El pueblo tiene dos entradas pavimentadas, pero se inundan en invierno. Se trabaja sobre todo en pesca y construcción.