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El plan fiscal avanza lentamente en su trámite en el plenario, ya que en tres semanas de discusión solo se han conocido 10 de las 1.153 mociones de reiteración presentadas al texto.
Los diputados tienen derecho de repetir en el plenario aquellas enmiendas que les fueron rechazadas por la comisión dictaminadora del proyecto.
Incluso, en esta semana, el plan no se conoció debido a la prioridad constitucional del fallido nombramiento de una magistrado y a la votación de un presupuesto extraordinario de la República.
El presidente legislativo, el socialcristiano Gerardo González y su compañero de partido Mario Redondo, admiten su preocupación por el lento transitar de la iniciativa.
Comparten ese mismo criterio Luis Ramírez, jefe del PLN, Epsy Campbell, de Acción Ciudadana, y Humberto Arce, del Bloque Patriótico.
Rechazo
González confirmó que afina una resolución general para declarar inadmisibles las mociones idénticas, repetidas y sin relación con el objeto del proyecto.
Según González, mediante ese mecanismo podrían ser rechazadas unas 300 de las 1.153 mociones de reiteración presentadas.
Aun así quedarían pendientes de tramitar más de 600 enmiendas.
El jerarca del Congreso ya ensayó una resolución preliminar y desechó unas 100 mociones de un paquete de 195.
Sin embargo, el rechazo no ha sido efectivo todavía, debido a que las enmiendas no se han conocido en el plenario.
El congresista Redondo opina que, a partir de lunes entrante, será necesario “meter el acelerador” extendiendo las sesiones hasta altas horas de la noche.
Redondo dijo también que iniciarán una ronda de negociaciones con el resto de partido para facilitar el retiro de mociones.
Campbell, Arce y Ramírez confirmaron que a la fecha no existe ningún tipo de negociación para modificar el texto.
Para Redondo, lo ideal es que el proyecto se apruebe en primer debate a fines de octubre, lo cual considera muy difícil.
El presidente González considera que las mociones de reiteración se terminarán de tramitar a fines de noviembre.
Su votación en primer debate sería a más tardar en la segunda quincena de diciembre.
Campbell ni siquiera se atreve a vaticinar la fecha en que se someterá a votación la propuesta.
El plan fiscal procura allegar nuevos recursos al Estado con el fin de solventar parcialmente la diferencia entre los ingresos y los gastos públicos.
Se proponen, entre otros temas, cambios en el impuesto de renta y se transforma el tributo de ventas en uno de valor agregado.
