Con un perfil progresista en lo político, y liberal en lo económico, el presidente Leonel Fernández, obtuvo ayer su reelección y un tercer mandato con el 53% de los votos.
El líder máximo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD, liberal), de 54 años, reconquistó hace cuatro años la primera magistratura, después que su partido perdió el poder tras su primer mandato (1996-2000).
En la escena internacional, Fernández fue artífice del éxito de la Cumbre de Río en Santo Domingo, donde con inesperados abrazos enfrió una crisis regional entre Colombia, Ecuador y Venezuela y ha tenido la habilidad de colocarse en el Foro de São Paulo, que reúne a la izquierda latinoamericana.
Fernández se ha empeñado en transformar el liderazgo de su partido, fundado por el expresidente Juan Bosch en 1973 con una impronta marxista, de una organización de cuadros ideológicos a un partido de masas populares.
El pragmatismo de Fernández es tal que, para ganar la primera vez, hizo alianza con el enemigo político tradicional de Bosch, Joaquín Balaguer, quien dominó la segunda mitad del siglo XX hasta rebasar los 90 años, impedido por la Constitución de postularse en esa ocasión.
Ambos líderes ancianos, al levantar las manos de su pupilo, le transfirieron parte de sus cualidades políticas caudillistas.