Tras el secuestro de un grupo de magistrados en la Corte Suprema de Justicia en 1993, los hermanos Fallas Elizondo ingresaron juntos a la cárcel. Ayer, 7 años y cuatro meses después, el mismo tribunal que los condenó a 14 años ordenó la liberación condicional de ambos.
Se trata de Guillermo y Gilberto Fallas Elizondo, quienes volvieron a sus casas luego de que les otorgaran el beneficio que estipula el artículo 64 del Código Penal .
Las excarcelaciones fueron ordenadas, en audiencias separadas, por los jueces Daniel Salazar y Carlos Alvarado. El primero vio el caso de Gilberto a eso de las 9 a. m., mientras que el otro fallo fue dictado cuatro horas después.
Estos dos hombres, hermanos del expolicía Manuel Enrique Fallas preso en Panamá por un asalto bancario, salieron ayer de la cárcel de Cartago a las 4:47 p. m. en medio de gritos y saludos que cerca de 100 reos lanzaban desde sus celdas.
En las afueras del penal, situado en Coris, se encontraban varios familiares de los excarcelados, entre ellos sus padres.
Los rostros de los hermanos al verse a un metro de distancia del portón que los dejaría en libertad lo decían todo. Aquellos siete años y algunos meses de prisión quedarían en el pasado.
"Estamos muy contentos, felices. Sabíamos que se haría justicia porque creemos en ella...", expresó Guillermo Fallas, tras su primer paso fuera de la prisión.
La decisión judicial no fue igualmente recibida por otras personas, entre ellas Carlos Arias, fiscal general de la República, quien catalogó la liberación como un "grave precedente".
"Basta con estar enfermo para salir de prisión y esa no es una razón", explicó Arias al referirse al motivo principal por el cual a Guillermo, quien tiene un padecimiento gástrico, le otorgaron el beneficio.
Oposición en vano
Días atras, el Ministerio Público se opuso a liberarlos porque no lo consideró conveniente pese que ambos tenían buena conducta, según un informe del Instituto de Criminología.
En el caso de Guillermo su enfermedad tuvo mucho peso, ya que el Juzgado de la ejecución de la pena de Cartago explicó en su resolución que el Estado no estaba en capacidad de darle la dieta que requería.
La conducta de su hermano fue básica para que el tribunal lo liberara. Esto ocurrió tres semanas después de que en Cartago se la negaron.
A ambos les pusieron varias condiciones para mantenerse fuera de la cárcel, como firmar cada 15 días, trabajar y tener buen comportamiento.