Limón. En cuestión de pocas horas, los 70.000 habitantes de la ciudad de Limón recibirán los beneficios de un nuevo sistema de tratamiento de aguas negras.
Hoy, un equipo de buzos terminará el acople de los 800 metros de la tubería encargada de llevar al fondo del mar los 200 litros de aguas residuales por segundo que se producen en el puerto del Caribe.
Este sistema se llama emisario submarino y ayer se inició su instalación en las cercanías del Park Hotel, en el puro centro de la ciudad.
Este sistema consiste en una planta de tratamiento, la cual retiene el material sólido.
Luego, las aguas son enviadas a través del emisario hacia el fondo marino. Eso, gracias a una tubería que se prolonga por 800 metros en las aguas del Caribe (a 18 metros de profundidad), hasta llegar cerca de la isla Quiribrí –llamada antes La Uvita–.
Se espera que las bacterias contaminantes que llevan esos líquidos ya tratados, mueran al entrar en contacto con el agua marina.
Los limonenses han esperado esa obra durante mucho tiempo.
El proyecto se inició en junio del 2002 y tenía un plazo de diez meses para su finalización.
Pero un problema en el diseño retrasó su conclusión por por más de un año y elevó su costo a ¢1.800 millones. El costo inicial era de ¢1.120 millones.
Aunque se esperaba que ayer mismo quedara conectada la tubería con la planta de tratamiento, el desacople de algunos de los tubos lo impidió, y la subida de la marea evitó que los buzos realizaran maniobras para asegurar la unión.
Por eso, hoy, a primera hora de la mañana, los buzos volverán al mar para dejar terminada la tarea.
Una vez que esto se logre, el sistema entrará a operar en forma total, según aseguraron funcionarios de Acueductos y Alcantarillados (AyA) que ayer visitaron la zona.
Colaboró Ángela Ávalos.