
El asegurado que presente cualquier alteración de su estado psíquico debe acudir al médico general en el Ebáis o centro de salud de primer nivel más cercano. Idealmente, debería ser atendido ahí mismo; no obstante, los servicios del primer nivel están lejos de ser efectivos.
En la consulta, el diagnóstico depende del criterio del médico general: él decide si trata el caso mediante una incapacidad o medicación, si se remite al área de psicología o psiquiatría, o si envía al paciente a un nivel superior. Así, lograr una cita con un especialista solo es posible a través de una referencia previa.
El primer nivel está compuesto por las 103 áreas de salud, que deberían tener, al menos, un psicólogo. “El primer nivel debería resolver el 80% de los problemas de salud”, explicó Hugo Chacón, jefe del Área de Atención Integral a las Personas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Por su parte, el servicio de psiquiatría se da solo en el segundo nivel de salud, compuesto por 10 clínicas mayores, 13 hospitales periféricos y 7 hospitales regionales.
Conseguir una cita en psicología y psiquiatría puede involucrar una espera de meses. Según informó la CCSS, en el país hay 652.000 personas que esperan por una operación o una cita en consulta externa, entre las que se incluyen las consultas de psiquiatría.
A pesar de que se le solicitó hace dos semanas, la CCSS no envió el dato de cuántos de estos pacientes esperan en psiquiatría y cuánto tiempo les toca hacer fila.
Un paciente pasa al tercer nivel de salud solo si se trata de un caso complejo que requiere internamiento.
En Costa Rica, son tres los centros de salud con camas para psiquiatría: el Hospital Calderón Guardia, el Chacón Paut y el Nacional Psiquiátrico (HNP). Todos están saturados.
Así lo manifestó Sandra Rivera, psicóloga del HNP. “El hospital recibe pacientes de todo el país; la mayoría no tienen servicios de hospitalización o redes de apoyo en salud mental adecuadas”.
La centralización es uno los grandes problemas del sistema nacional de salud mental.
En el caso de los psiquiatras, de los 173 especialistas que hay en el país solo dos están inscritos en Guanacaste, dos en Limón y tres en Puntarenas.
“En los hospitales de otras provincias los pacientes están mezclados entre tos, infartos y cualquier situación que haya en medicina interna”, afirmó la psiquiatra Virginia Rosabal Camarillo.
“En el país hay psiquiatría sin un verdadero servicio de salud mental: (los hospitales) podrán tener camas, pero, generalmente, son camas en medicina interna, que es otra especialidad. Ese es un enfoque muy biológico”, añade.
Francisco Gólcher, director de la Contraloría de Servicios del Ministerio de Salud, advirtió de que “se debe fortalecer la capacidad de respuesta del primer nivel de atención para que los médicos no tengan miedo de diagnosticar y tratar estas enfermedades”.
En este sentido, la Política Nacional de Salud Mental del 2012 pretende capacitar a los médicos generales para que puedan aplicar guías clínicas de diagnóstico, como la mhGAP, sugerida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). “El objetivo es capacitar a 450 funcionarios de aquí a agosto del 2014”, dijo Gólcher.