El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, evitó pedirle la renuncia al diputado del PAC Víctor Hugo Morales Zapata, pese a que este jueves se conoció que el legislador intercedió ante la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) por un pago atrasado para el empresario de cemento Juan Carlos Bolaños.
En una declaración que hizo ante los medios de comunicación, este viernes, en la ciudad de Cartago, Solís alegó que debe ser Morales Zapata, reconocido como el diputado más cercano al presidente, quien deba considerar si debe o no apartarse de la posición que ocupa como diputado en la Asamblea Legislativa, pues el gobernante apuntó que lo más importante es que explique sus actuaciones.
"Diputado o no, Víctor Morales, o cualquier otro, lo importante no es dónde está, lo importante es que conteste lo que tiene que ser contestado", comentó el mandatario.
Morales ya había sorteado una solicitud de renuncia de Solís. Esta ocurrió en campaña, cuando trascendió que le había ocultado al PAC que en los años 90 enfrentó un proceso judicial por un préstamo vinculado a una cooperativa.
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Pese a la petición del mandatario, Morales Zapata se mantuvo en la papeleta, ganó la curul y se sostuvo en el puesto aunque el Partido lo sancionó por un año apartándolo de la fracción. Una vez cumplido el plazo, regresó a ser una de las figuras preponderantes de la Presidencia en el Congreso, incluso figurando ante las cámaras con Solís.
Este viernes, el mandatario alegó que pedirá todo el peso de la justicia para quienes hayan cometido actos indebidos, o a quienes denuncien a otros sin fundamento, en torno a la investigación sobre supuesto tráfico de influencias a favor del importador de cemento.
"Si las actuaciones que se han mencionado acerca del diputado Víctor Morales Zapata se demostraran como ciertas, pese a sus desmentidos, estas serían inaceptables desde cualquier punto de vista. Por eso, es esencial para el país que las investigaciones continúen hasta sus últimas consecuencias y que las personas aludidas expliquen en detalle sus actuaciones", indicó el presidente.
Añadió que la decisión sobre seguir o renunciar a la diputación la tiene que asumir el congresista, a pesar de que varios legisladores del partido de gobierno, incluyendo el jefe de la fracción legislativa y el propio candidato presidencial del Partido Acción Ciudadana (PAC), el exministro Carlos Alvarado, pidieron desde ayer la renuncia de Morales Zapata.
Durante la comparecencia del presidente de la CNE, Iván Brenes, en la Comisión Investigadora de los Créditos del Banco de Costa Rica, ese jerarca aseguró que Morales Zapata lo llamó, en el 2015, para solicitarle que revisara el tratamiento que se le habían dado a los pagos de contratos que Bolaños tenía con la Comisión de Emergencias.
El diputado Morales Zapata le dijo a La Nación, por vía telefónica, que eso era algo normal y que, a criterio suyo, no se trata de tráfico de influencias.
El presidente Solís añadió, durante su declaración, que lo fundamental es poder determinar si ha habido o no violación de la legalidad y las instituciones en todo este caso de los créditos para la importación del cemento chino y las gestiones que Juan Carlos Bolaños hizo ante la Casa Presidencial para que se modificara el reglamento de importación de ese producto y otra reglamentación que facilitaba su acceso a crédito en el BCR.
Precisamente, para explicar las reuniones que Bolaños tuvo en Zapote, Luis Guillermo Solís invitó a los diputados de la comisión investigadora a una sesión el lunes por la noche, en la Presidencia de la República, y los legisladores, en consecuencia, aprobaron una moción para llamarlo a comparecer.
Esa comparecencia se realizará, de acuerdo con la invitación de Solís, el lunes en Zapote.
Pero el mandatario no solo fustigó a los funcionarios o miembros de supremos poderes que podrían haber incurrido en actos irregulares a favor de Juan Carlos Bolaños, pues dijo que no le temblará el pulso para pedir las investigaciones a quienes denuncien a otras personas sin fundamento.
"El Gobierno trabaja para defender a toda la población, nunca para ser utilizado por quienes hayan querido hacer un negocio en perjuicio del país y en beneficio propio, si así hubiere sucedido", comentó el presidente, a un costado del colegio cartaginés San Luis Gonzaga, donde asistió para la celebración del 175 aniversario de la institución.
Pese a repudiar la posibilidad de irregularidades en los actos de funcionarios públicos, el presidente Solís dijo que el otro elemento importante es la tarea relacionada con la "guerra comercial del cemento", pues aseguró que "hay millones de dólares involucrados e intereses que podrían querer confundir a la ciudadanía y ensuciar al Gobierno".
"Tampoco voy a tolerar que actuaciones opacas o sospechosas pudiesen haber sido cometidas por funcionarios públicos o privados, de cualquier tipo, que ensucien el objetivo del Gobierno de reducir el precio del cemento, de gobernar con honestidad y fortalecer la democracia", dijo Solís.