Ante diplomáticos, ministros de Gobierno, una diputada, la presidenta de la Corte Suprema de Justicia y otros funcionarios del Gobierno, el presidente, Luis Guillermo Solís, celebró el Día de la Independencia en el capitalino Parque Nacional.
En un discurso corto, aparte de las referencias a la decisión de desligar Costa Rica de España en 1821 y a la gesta de 1856, el mandatario pidió a los costarricenses no tener miedo.
"Es del miedo del que tenemos que independizarnos. No tengamos miedo ni del presente ni del futuro, para formar hogares más sólidos, instituciones más eficientes, para hacer un manejo responsable de los bienes y dones que Dios nos ha dado", dijo Solís con voz afectada por el resfrío.
Según el mandatario, en una democracia como la tica hay adversarios y no enemigos, ante los cuales insistió en que no debe reinar el temor, con la intención de construir "un mejor ambiente para la producción y la competitividad de las empresas".
"No tener miedo significa reconocer la dignidad del otro", añadió.
Tras su diatriba contra el miedo, Solís respondió a los medios que no se refiere al temor que pueda generar en la población discusiones como la de fecundación in vitro, uniones civiles entre personas del mismo sexo o el aumento de impuestos, sino más bien el miedo a la pobreza, a los desafíos del desarrollo sostenible, al crecimiento equitativo y la globalización.
Solís considera que los temores del pueblo no le pasan factura a su gobierno, pero sí a "una sociedad que se ha quedado paralizada pensando en que lo inmediato es más importante que lo trascendente".
"Lo que tenemos que hacer desde el Gobierno es movernos hacia ese ambiente de mayor optimismo, que es lo que nos va a permitir alcanzar metas superiores", comentó el mandatario.
Los actos que presidió Solís en memoria de la Independencia del Imperio Español se desarrollaron entre las 9 a. m. y las 10:30 a. m. A su término, el presidente se tomó fotografías con su familia frente al monumento a los héroes de 1856 y se retiró.