Casi sin ropa, con muy poca alimentación, incomunicado y en un calabozo oscuro. Así describió Álvaro Herrera, vicecónsul de Costa Rica en Nicaragua, las condiciones en las que tienen al empresario costarricense, José Daniel Gil Trejos, quien está detenido en la vecina nación.
La captura del costarricense, de 55 años, ocurrió el pasado 26 de mayo, cuando se encontraba de viaje en Nicaragua para participar en varias reuniones de negocios.
Herrera pudo visitarlo ayer en la tarde, en la cárcel El Chipote, en Managua, y constató las circunstancias de reclusión, comparables a las de un criminal de alta peligrosidad.
Además, verificó que la salud del tico está deteriorada y que ha perdido peso.
En ese país argumentan que el arresto obedece a una alerta de captura, pendiente desde el 2013 en la página de la Policía Internacional (Interpol), por un supuesto fraude comercial cometido en México.
Sin embargo, Javier Sancho, embajador de Costa Rica en Nicaragua, dijo que aún no se tiene claro de qué se le acusa a Gil.
“Esa alerta (de Interpol) no la hemos visto. Hemos hablado con autoridades de Nicaragua y no tiene acusaciones en ese país”, acotó el embajador.
La Cancillería está preocupada, pues las autoridades nicaragüenses no dan información sobre la causa legal que se le sigue al empresario.
Sancho agregó que a lo largo de las últimas tres semanas se han hecho ingentes esfuerzos con el canciller, Samuel Santos, y con magistrados de la Sala Penal de Nicaragua, sin que hasta el momento se sepa nada de los cargos que pesan contra el tico.
"Nos preocupa su estado de salud. Se trata de una persona hipertensa que no está medicada. No se nos permite llevarle ropa, alimentos y ni siquiera darle un rosario que le mandó su esposa", acotó.
Autoridades costarricenses gestionan para que la Cruz Roja pueda ingresar a esa prisión para examinar a Gil y asistirlo.
El canciller, Manuel González confirmó que Gil no ha tenido asistencia de un abogado, ni tampoco ha sido presentado ante un juez para que le informen los cargos en su contra.
"Esperamos que esta y otras detenciones recientes no correspondan a un patrón de conducta contra los costarricenses que visitan ese país. No es momento de especulaciones, pero estamos preocupados por la integridad física del señor Gil, de la que tienen que darnos cuentas las autoridades nicaragüenses", aseguró el canciller González, en un comunicado.