Detrás de esos labios entusiastas aparecen rebeldes los primeros dientes permanentes.
María Solís Quirós, le sonríe a la vida. Hace apenas cuatro meses cumplió siete años, pero entiende con claridad lo que ella representa: un milagro.
La pequeña personifica el milagro con el cual el Vaticano aceptó que Sor María Romero sea beatificada (un paso antes de la canonización), el próximo domingo 14 de abril.
A los siete meses de gestación, un ultrasonido indicó que la niña tenía labio leporino (unión incompleta del labio superior justo debajo de la nariz) y quizá no tenía paladar.
En ese momento, sus padres, Álex Solís y Claudia Quirós, decidieron hacer todo lo humanamente posible por la bebé.
Paralelamente a las pruebas médicas surgieron los rezos entre la familia, amistades y hasta desconocidos.
El 3 de abril del 2001 la Congregación para la Causa de los Santos, en el Vaticano, aceptó la intercesión de Sor María Romero, hermana de la Congregación de María Auxiliadora, pues la niña nació sin ningún problema en sus labios.
Ayer, la pequeña y su familia viajaron a Roma para participar en la ceremonia de beatificación. Ella y sus padres presentarán durante la ceremonia las ofrendas de Sor María (dos dedos de la beata).
La Nación conversó con ellos el miércoles pasado:
María, ¿quién era Sor María Romero?
Era una señora muy buena que parecía una maga, porque con poquitas cosas ayudaba a mucha gente. Mi abuelita la conoció. Y yo sé que gracias a ella estoy bien.
¿Sabés qué es la beatificación de Sor María Romero?
Es algo muy importante y muchas personas van a estar ahí. Para mí es muy importante porque puedo dar gracias a Dios por toda la gente que rezó por mí.
"¿Sabe? en el súper unas señoras me dicen ëVos no me conocés pero yo recé mucho por vos".
¿Cómo te imaginás la ceremonia?
Como algo muy grande. Estoy muy contenta de ir. A mí me toca llevar unos deditos de ella.
¿Te llamás María en honor a Sor María Romero?
No. A mis papás siempre les gustó el nombre, y desde que yo estaba en la pancita de mi mamá ya sabían que me iban a poner así, solo María.
(Desde los primeros meses de gestación el matrimonio Solís Quirós ya había elegido el nombre. La pequeña nació por parto natural y siempre ha sido muy sana. Hoy cursa el primer grado en la escuela Británica, y sus notas son de 100 y 95).
Don Álex, doña Claudia ¿Qué significa para ustedes esta beatificación?
Es una mezcla de emoción y compromiso con la vida. Es un reconocimiento justo a una mujer que trabajó aquí en la tierra en favor de los más necesitados.
¿De qué manera cambió este milagro sus vidas?
Nosotros siempre hemos sido una familia de fe. Pero ahora uno valora más las pequeñas cosas que para muchos son indiferentes. Además, nos hizo conocer el corazón que tienen muchas personas, que sin conocernos rezaron por nuestra hija.
María es la menor de tres hermanos, están Álex y le sigue Aurora. Y aunque aún falta mucho tiempo, la pequeña se imagina de grande como "una monjita".