Se llama Alondra y nació perfectamente sana el lunes pasado, en el Hospital Nacional de las Mujeres.
Esta bebé corrió con suerte pues su mamá, una joven de 21 años, nunca acudió a las citas para vigilar su embarazo.
La falta de control prenatal, sobre todo en mamás menores de 20 años y en aquellas con algún factor de riesgo, es el reto que enfrentan las autoridades de Salud, interesadas en mantener y, bajar, si es posible la mortalidad infantil, que el año pasado fue de 10,2 muertes por cada 1.000 nacidos vivos.
Según la última información, este indicador aumentó de enero a junio pasados con respecto al mismo período del 2000.
Para el primer semestre de este año se alcanzó una tasa de 11,5 muertes por cada 1.000 nacidos vivos. En el mismo período del año 2000, la mortalidad fue de 10,9 por 1.000.
María Elena López, jefa de la Dirección de Servicios de Salud, del ministerio del ramo, considera que el aumento no es estadísticamente significativo. Para que sea así, la tasa tenía que superar las 12,5 muertes por 1.000.
Sin embargo, López llamó la atención porque la mortalidad neonatal precoz (en los primeros siete días de nacido) sí tuvo un incremento del 5 por ciento.
López dijo que esto puede tener relación con la falta de controles prenatales que permitan detectar embarazos en adolescentes y en mujeres de alto riesgo (diabéticas e hipertensas, por ejemplo).
Más control
Las principales maternidades del país consultadas por La Nación notaron ese aumento en las muertes el semestre pasado.
La excepción fue el Hospital Nacional de las Mujeres, donde este indicador más bien bajó: pasó de 41 muertes en el 2000 a 17 en el primer semestre de este año, dijo su subdirector, Moisés Fallas.
En el hospital México, la mortalidad se duplicó (de 8 por 1.000 a 16 por 1.000), lo cual podría tener relación con haber "bajado la guardia" en el control de la embarazada, dijo el jefe del servicio de neonatología, Carlos Torres.
"Hay que poner más énfasis en la calidad que en la cantidad de consultas", advirtió Alberto Johanning, jefe de neonatología del San Juan de Dios.
Esto hay que hacerlo, sobre todo, en las zonas donde la mortalidad infantil (y en especial, la neonatal precoz) supera el promedio nacional, dijo la epidemióloga Emilia León.
"Hay que buscar cambios en la atención prenatal, porque las variaciones en la mortalidad infantil que se han dado están ligadas a la atención antes y durante el parto", manifestó Luis Rosero, director del Centro Centroamericano de Población, de la Universidad de Costa Rica.