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Los ticos se casan menos ahora que hace unos años, es cierto; pero también recurren cada vez con menor frecuencia a los matrimonios católicos, que quedaron rezagados frente a las uniones civiles.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) publicó sus indicadores demográficos, entre los cuales está la tasa de nupcialidad. Este indicador refleja los matrimonios ocurridos e inscritos en un periodo determinado.
En el caso costarricense, la tasa cayó al pasar de 5,46 matrimonios por cada mil habitantes en el 2013 a 4,34 en el 2023.
El predominio de matrimonios por la vía civil se mantiene durante los 11 años analizados, con una razón de cuatro matrimonios civiles por cada matrimonio católico el año pasado.
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En el 2001, hace más de dos décadas, 22.576 parejas contrajeron matrimonio en Costa Rica, un 38,3% de las cuales (8.648) se casó ante un cura. Las otras 13.928 parejas ( 61,7%) firmaron su unión ante un notario, según estadísticas del Registro Civil.
Diez años después, en el 2011, el porcentaje de casamientos católicos cayó al 25,5%, pues se registraron 24.588 uniones y solo 6.263 fueron con un sacerdote.
Posteriormente, subió al 32,6% en el 2013. Desde entonces, presenta una caída constante. En el 2020 –cuando la mayor parte de la población estuvo confinada en sus hogares por la pandemia–, descendió al 16,3%; un año después subió al 18,8%; y en el 2022 cerró en un 21,5%, reveló un reportaje de La Nación, el año pasado.
Las estadísticas del Registro Civil presentadas en este artículo, disponibles a partir del año 2001, evidencian la preferencia de los costarricenses por los matrimonios civiles, la cual se ha consolidado en las últimas dos décadas.
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