El ministro de Obras Públicas y Transportes hasta este 31 de enero, Mauricio Batalla, inauguró el puente sobre el río Barranca, ubicado en la ruta 23, entre puerto Caldera y El Roble de Puntarenas. La actividad se realizó un día después de haber presentado su renuncia para buscar “nuevas oportunidades”, la cual sería efectiva a partir de la medianoche.
Batalla había asumido el MOPT el 12 de marzo de 2024, luego de la destitución de Luis Amador por parte del presidente Rodrigo Chaves. Será sustituido por Efraím Zeledón, quien ocupaba el Viceministerio de Infraestructura.
Según el ministro saliente, realizó la actividad este viernes porque quiso entregar obra el último día de gestión.
La intervención del puente sobre el río Barranca tomó 15 meses, durante los cuales fue sometido a labores de reconstrucción y ensanchamiento de varios de los elementos principales, como la losa de rodamiento, las vigas, los bastiones, así como las pilas, los apoyos, las conexiones y las juntas de expansión, entre otras estructuras.
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Además de estos trabajos de rehabilitación, se incluyeron ciclovías y un paso peatonal seguro.
“Con el objetivo de reducir los congestionamientos, mientras se hacían las obras, se agregó un tercer carril a la estructura, el cual se sumará al servicio del puente. Dos carriles ahora quedan con sentido hacia San José y uno hacia Puntarenas”, precisó el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), en un comunicado.
Ese tercer carril servirá además como previsión para una eventual ampliación futura, como explicó Pablo Camacho, gerente de Construcción de Vías y Puentes del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
“Se dejaron las previstas, que las podemos ver, las pilas están ampliadas un poco más para colocar una fila más de vigas y poder ampliar la losa. Entonces el día que se vaya ampliar la ruta 23, se va a poder ampliar el puente. Estructuralmente ya está adaptado para cuatro carriles”, afirmó el funcionario.
La entidad destacó que con las mejoras en el puente se actualizó el cumplimiento del Código Sísmico y se aumentó la capacidad de carga y resistencia a temblores. Según el Ministerio, con la intervención, el puente soportará al menos 50 años más, aparte de las previsiones para una eventual ampliación de la ruta.
Atraso y aumento en el costo
La rehabilitación y ampliación del puente había sido estimada originalmente en ¢2.870 millones pero su costo se incrementó a ¢4.304 millones –¢1.434 millones más– en menos de seis meses. El incremento fue consecuencia de retrasos, falta de planificación y modificaciones en los diseños, según reveló la Auditoría del Consejo Nacional de Vialidad (Conavi).
Sin embargo, la unidad ejecutora indicó que el aumento en el costo del proyecto obedeció a una “ingeniería de valor” que era necesaria porque no se podían cortar unos árboles de mangle en la zona de las obras, además se incluyó una ciclovía, aceras y un tercer carril que no estaban contemplados en el diseño inicial.
La intervención considerada como urgente, tenía como fecha de inicio enero de 2022. No obstante, en ese mismo mes la obra fue suspendida por la falta de permisos, documentación y otros trámites requeridos por la ingeniería del proyecto.
Los trabajos no se reanudaron sino hasta setiembre del 2023, es decir, 18 meses después, y debían estar listos el 8 de enero de este año.
En la actividad, también se hizo presente Laura Fernández, quien terminaría su gestión a la medianoche de este viernes como ministra de la Presidencia. Aparte de Fernández y Batalla, también se separan del gobierno, Francisco Gamboa, del Ministerio de Economía; Anna Katharina Müller, de Educación, y Osvaldo Artavia, del Instituto de Desarrollo Rural.
La salida de todos los funcionarios se haría efectiva, justo el último día para que dejaran el cargo jerarcas interesados en aspirar a la presidencia o vicepresidencia de la República en las elecciones de 2026.