Una vecina de Heredia (cuyo nombre omitimos) piensa desde ayer que esa ciudad “no es un sitio seguro para vivir”.
“Dejo mi casa; me voy”, señaló embargada por una mezcla de temor y determinación, máxime por las amenazas de muerte que recibió.
Ella y su hijo, de 16 años, fueron atrapados por la turba de “La Doce”, formada por aficionados Alajuelense.
“Nos agarraron como a los 200 metros de la casa. Mi hijo llevaba una camiseta de Heredia en una bolsa. Lo agarraron a patadas; creí que lo iban a matar porque le daban por todas partes. Una muchacha agarró una piedra y se la arrojó mientras lo tenían en el suelo”, relató.
Al muchacho lo despojaron de dos cadenas de oro, ¢38.000 –dinero que llevaba para pagar una deuda–, una jacket deportiva y una billetera.
“Los vecinos salieron cuando escucharon mis gritos. Entonces nos soltaron. Tengo mucho temor. La turba amenazó con quemarme la casa. Ellos me vieron salir y saben dónde vivo”, se lamentaba ayer.