El Ministerio de Educación Pública (MEP) descartó hacer una curva en las Pruebas Nacionales Estandarizadas sumativas. Así lo dio a conocer Guiselle Alpízar, viceministra académica, quien mediante un video respondió a padres y madres de familia que se manifestaron “en contra de los resultados de la prueba”.
“Tenemos conocimiento de que un grupo de personas se ha manifestado (...), ya que un porcentaje de los estudiantes de último año de secundaria, que no supera el 4%, no alcanzó la nota mínima para aprobar. El Ministerio de Educación Pública comprende la preocupación de las familias y las hemos atendido, en especial a las que se han manifestado”, comentó Alpízar.
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En secundaria, los estudiantes aprueban con un 70. Este año, un 60% de la calificación corresponde a nota de presentación y un 40% a la prueba estandarizada.
“Sin embargo, les hemos hecho saber que no podemos atender la solicitud explícita que hacen de aplicar una curva para esos estudiantes, en especial si se toma en cuenta que debe de ser responsabilidad de los padres de familia y encargados estar atentos de sus hijos durante todo el curso lectivo y dar seguimiento a su avance académico”, aseveró la viceministra.
Alpízar recalcó que en el primer semestre de este 2024 los alumnos de último año, tanto de primaria como de secundaria, realizaron la prueba estandarizada diagnóstica individual y que estudiantes, docentes, directores y padres de familia tuvieron acceso a un “informe detallado con las áreas por mejorar”.
La viceministra agregó que los alumnos que no lograron la nota mínima para aprobar (65 en escuela y 70 en colegio), podrán realizar una prueba de ampliación en febrero del 2025.
“Desde ya pueden prepararse para complementar los conocimientos y debilidades que les faltaron y así obtener su título de primaria y secundaria”, concluyó.
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Pruebas estandarizadas compensatorias
Las Pruebas Nacionales Estandarizadas que el Ministerio de Educación Pública aplica desde el 2023 a alumnos de último año de primaria y secundaria tienen un efecto compensatorio que encubre las bajas calificaciones que los estudiantes puedan obtener en una o varias materias específicas.
Esto quiere decir que si un alumno de último año de escuela o colegio saca un mal resultado en alguno de los exámenes, su nota final en realidad será el reflejo de la sumatoria de las puntuaciones logradas en todas las asignaturas.
“La idea es que (la prueba) tenga efecto de compensación”, según dijo a este medio en octubre Álvaro Artavia Medrano, director de Gestión y Evaluación de la Calidad del MEP.