Miembros del Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica (UCR) respondieron a Carlos Araya Leandro, rector de esa casa de enseñanza, que no todas las personas que cuestionaron la resolución con la que había aprobado los salarios de 22 puestos de confianza, eran anónimas.
Esto ocurrió luego de que Araya reprochara los “anónimos en los que se decían falsedades” refiriéndose a información que trascendió y que señalaba que estaba beneficiando a personas cercanas a su administración.
Este 25 de febrero y luego de su intervención en el Consejo Universitario en la que derogó la Resolución-75-2025, las integrantes de este órgano, Ilka Treminio y Esperanza Tasies aseguraron que ni ellas, ni quienes firmaron una carta abierta en la que pedían la anulación de esa decisión eran anónimas.
“(...) Considero que muchos de los posts, de las declaraciones que he leído en redes sociales, en las cartas y periódicos estaban firmados por personas valientes preocupadas por nuestra universidad y, por lo tanto, considero que no todas las personas que hemos hablado somos anónimas, hoy quiero plantear mi nombre aquí como una persona comprometida con el control social y control político”, comentó Treminio.
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Enseguida, Esperanza Tesies expresó que ella desconoce cuáles son esos grupos que usan anónimos, pero que en su caso todo lo que dice lo firma y que en la sesión anterior no pudo hacer su intervención porque el rector no estaba presente. Posteriormente comentó que los procedimientos con los que se aprobó la resolución dejan dudas y debían aclararse. Asimismo, comentó que iba a presentar una moción para que el rector retirara esa decisión.
“(...) Estas y otras dudas que estoy planteando se hacen en función de las comunidades universitarias que no han hecho ningún anónimo, que rubricaron con su firma su oposición. Es por esta razón que hago ver que la discusión de los procedimientos que explican que llegáramos a este punto que tanto daño nos ha hecho en la opinión pública deben ser revisados, independientemente del retiro que le agradezco a Carlos Araya haber realizado”, expuso Tasies.

Después de oír lo expuesto por los integrantes del Consejo Universitario, Carlos Araya Leandro dijo que bajo ninguna circunstancia insinuó que alguien de ese órgano colegiado enviara anónimos.
“Lo que dije fue que la resolución se emitió el lunes al final de la tarde, el martes informé a este órgano colegiado y ese día salió un anónimo, ustedes lo vieron (...) Ese grupo que acostumbra resolver las cosas o intentar confundir a partir de los anónimos logró que un medio de comunicación publicara íntegro, hasta con errores ortográficos el anónimo. Eso fue lo que generó la situación crítica que tuvimos (...)”, dijo Araya.
El rector afirmó que ha estado conversando con diputados y solicitando audiencias “para ir a dar la cara” y explicar lo que pasó tras su resolución.
La fracción en pleno del Frente Amplio fue una de las que cuestionó la resolución sobre los 22 salarios y solicitó conocer las justificaciones jurídicas, financieras y de oportunidad detrás de esta decisión.
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“Daño a la imagen de la universidad”
Keilor Rojas, integrante del Consejo Universitario, celebró la decisión del rector de derogar la resolución, aunque considera que pudo haberlo hecho antes.
El académico comentó que “la situación desafortunada” causó indignación a nivel interno y externo y que se provocó un daño a la imagen de la universidad.
“Pasó lo que pasó, ahora es momento de unir, de perdón, de empatía, de acciones concretas y trabajar por mejorar la universidad”, dijo Rojas.
Una percepción similar manifestó Treminio, quien reconoció que la resolución creó una imagen negativa de la UCR ante el país, por ello cree que lo mejor fue corregir el procedimiento.
“Expreso como parte del Consejo Universitario mi compromiso con la vigilancia de que nuestra universidad cuide sus decisiones financieras y por ser noticia más bien por nuestra contribución al desarrollo nacional y no por la creación de crisis por decisiones internas”, añadió Ilka Treminio.
Keilor Rojas sugirió que ahora más que nunca debería de darse más información sobre el valor de la casa de enseñanza a la sociedad.
En setiembre, como rector electo, Araya había manifestado su interés en reposicionar la Universidad de Costa Rica, aquella vez dijo que para hacerlo se debía mejorar la comunicación institucional para que la sociedad perciba que la UCR “agrega valor más allá de la formación académica de sus estudiantes”.