Desde febrero, especialistas del Ministerio de Salud y la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) lo advirtieron: el comportamiento del dengue era anormal. El año apenas empezaba y los casos ya superaban los que se veían en el segundo trimestre, cuando las lluvias facilitan los contagios.
Sin embargo, no había suficientes recursos para actuar de inmediato y preparar una ofensiva que evitara una epidemia mayor.
“El dengue presenta picos cada dos o tres años. El último pico fue en el 2010. Desaprovechamos la etapa intercrisis para tomar medidas”, reconoció Roberto Castro, de Vigilancia de la Salud, Ministerio de Salud, quien, junto con otras cinco personas, asumió el control de la enfermedad en abril pasado.
“No teníamos organización ni presupuesto suficiente. El programa de vectores (transmisores de enfermedad, en este caso, zancudos) era complejo”, añadió.
Los casos subieron más al llegar las lluvias, al punto de superar los 2.300 casos semanales a mediados de julio: el pico más alto en la historia de la enfermedad en el país y el más sostenido en el tiempo.
“Hemos gastado de cuatro a cinco veces más el presupuesto destinado al dengue en un año promedio”, señaló Castro.
¿Qué sucedió? Castro no apoya la organización que tenía la gestión anterior del Ministerio, donde una sola persona llevaba el control del dengue en el país y las direcciones regionales no tenían mayor peso.
“No sé ni cómo estaban trabajando. De seis regiones que había, se centralizó todo. Para esto se necesita una acción coordinada, laboratorios, manejo clínico, vigilancia de la epidemia, vectores, comunicación social y manejo ambiental”, recalcó Castro.
No obstante, María Luisa Ávila, exministra de Salud, defiende su sistema. “El dengue debe trabajarse todo el año y no solo bajo emergencias; por eso se disparó ahora. El presupuesto para el dengue es muy caro. Por eso se necesita un encargado nacional”, aseguró Ávila.
“Nosotros dotamos de muchos recursos el programa de dengue con fumigadoras, con vehículos. El presupuesto es algo que depende de cada año”, agregó.
Los casos nuevos de dengue cada vez son menos. Se redujeron en el 90% en Parrita y en el 82% en Garabito, gracias a acciones conjuntas de Salud, la CCSS, los gobiernos locales y activistas sociales.
Sin embargo, la guardia no puede bajarse porque podría registrarse un nuevo aumento de casos.
“Todas las semanas nos reunimos el Ministerio, la CCSS, la Organización Panamericana de la Salud, el Inciensa (Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud) y la Universidad de Costa Rica para hablar de nuevas medidas en todos los campos de acción. La guardia no puede bajarse y todos debemos mantenerla”, concluyó Castro.