El ministro de Seguridad, Fernando Berrocal, comprobó la falta de personal en la frontera, además de la escasez de señalización en la línea limítrofe.
“Paso Canoas es una zona prioritaria para nosotros en seguridad; por eso estaré enviando más efectivos en las próximas semanas”, afirmó.
Al ser una frontera abierta, la zona se presta para trasiego de drogas, contrabandos y paso de ilegales. “El problema es mucho más serio; hasta los comerciantes han corrido los mojones para favorecerse ellos y quitarnos un pedazo de tierra”, declaró el Ministro.
Otro problema que combate la Policía es el de los vehículos panameños que ingresan al país sin los permisos de Aduana y Migración.
“Hemos detenido seis vehículos con placas panameñas por no contar con los documentos de permanencia en Costa Rica. Al incautarse, los automotores son pasados a la Aduana de Paso Canoas para los tramites”, dijo el jefe policial Carlos Vargas.
Drogas. En cuanto a las drogas, Vargas dijo que la Fuerza Pública tiene identificadas a unas 120 personas, entre costarricenses y panameños, dedicadas al consumo y venta de drogas como crack y cocaína.
El pasado viernes, en un trabajo coordinado con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Ciudad Neily y la Fuerza Pública, se detuvo a dos hombres y una mujer que se dedicaban a la venta de drogas en la frontera.
La Policía debe destacar efectivos cada 100 metros, pero no tiene suficiente personal.