Unas 10.000 toneladas de basura están al aire libre en el relleno sanitario de Río Azul, La Unión, lo que genera gran contaminación ambiental y la proliferación de roedores, moscas y zopilotes.
La Federación Regional Municipal del Este (Fedemur) no tapa los desechos desde hace 15 días.
Esto se debe a que la Sala IV le prohibió extraer materiales de un sitio cercano al relleno, mientras resuelve un recurso de amparo.
Con esos materiales se cubrían los desperdicios.
Un vecino de Tres Ríos de La Unión, en Cartago, interpuso el recurso pues aduce que la extracción del material lo afecta.
El relleno sanitario se ubica entre La Unión y Curridabat. Es administrado por Fedemur.
Peligro. La falta de tratamiento de los desechos provoca gran riesgo de contaminación que puede afectar a los vecinos, y convierte a Río Azul en un botadero a cielo abierto.
Alexis Cervantes, director ejecutivo del vertedero, afirmó ayer que no pueden traer material de otro lugar porque el costo económico es muy alto.
"La tarifa habría que subirla en un 40% y no tenemos recursos. El tajo más cercano está como a 25 kilómetros y habría que ver si cumple los requisitos de la Secretaría Técnica Ambiental (Setena)", apuntó Cervantes.
Las 10 municipalidades metropolitanas que llevan la basura a Río Azul pagan unos ¢5.500 por el tratamiento de cada tonelada de desperdicios.
Además, Cervantes indicó que para traer material de otro lugar deben hacer un proceso de contratación aprobado por la Contraloría General de la República.
"En el 2000 la Setena nos dio el permiso para extraer materiales cerca de la ladera sur del relleno y vence en el 2007, pero la Sala se fue por lo más fácil.
"Estamos pidiendo una audiencia a los magistrados de la Sala para exponerles la problemática pues se afecta la salud de los vecinos", acotó Cervantes.
En teoría, la basura que llega a Río Azul debe ser cubierta con 30 centímetros de tierra todos los días, para que no genere malos olores ni proliferen animales.
Orden. La ministra de Salud, María Luisa Ávila Agüero, aseguró ayer que ordenaron a Fedemur comprar los materiales necesarios para cubrir la basura y así evitar que los desperdicios estén a cielo abierto.
"Con la salud de las personas no se juega. Nuestros inspectores estarán supervisando el cumplimiento", aseveró.
Según Ávila, Salud reforzó la vigilancia epidemiológica en la zona por temor a que emerjan enfermedades debido a la acumulación de basura.
En Río Azul viven 10.427 personas, según el censo poblacional del año 2000.
Este relleno sanitario debe cerrar en noviembre, por orden de la Sala Constitucional.
No obstante, Fedemur intenta ampliar la vida útil con el propósito de reunir más dinero para las obras del cierre técnico, que garantizan la estabilidad de las montañas de basura.
En Río Azul se depositan los desechos que se producen en los cantones josefinos de Escazú, Alajuelita, Desamparados, Montes de Oca, Tibás, Moravia, Goicoechea, Coronado, Curridabat y La Unión de Cartago.