El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) rebatió un informe del Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme) que advierte sobre riesgo estructural en caso de sismo en el puente sobre el río Barranca, inaugurado a finales de enero.
El MOPT aseguró que el puente “no se va a caer tras un sismo, como lo informó el Lanamme”. De acuerdo con el viceministro de Infraestructura, Pablo Camacho, a la fecha no han recibido la auditoría técnica final del Lanamme, por lo que se vieron “sorprendidos” por los extractos publicados.
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“Las obras de rehabilitación y ampliación del puente sobre el río Barranca fueron diseñadas en pleno cumplimiento de la normativa nacional e internacional, de referencia en el contrato, mismas que han sido ejecutadas y desarrolladas no solo atendiendo altos estándares de diseño y calidad, sino que, además, permitieron incrementar el impacto positivo a la población usuaria de esta ruta”, afirmó Camacho.
Sobre lo advertido por el Lanamme, el MOPT indicó que personal técnico revisó el diseño estructural y constataron que el mismo cumple con la normativa técnica aplicable.
El informe elaborado por el laboratorio, y dado el conocer el pasado martes, indica que si las vigas de la estructura llegaran a perder contacto con los apoyos extremos del puente (bastiones), estas podrían colapsar debido a que no hay evidencia de que el cálculo de la zona de contacto se haya apegado a la normativa de diseño.
“A través de este hallazgo también se busca advertir sobre otras posibles consecuencias asociadas al colapso de las vigas como, por ejemplo, que no se pueda transitar de forma segura sobre el puente y que se generen cierres en la vía”, añade el documento.
No obstante, el MOPT sostuvo que se tomaron como criterios otros cálculos establecidos en la norma, que permiten restringir el movimiento longitudinal del tablero del puente mediante 47 varillas #8, que unen cada dintel con las riostras de las vigas en las pilas y así restringir también el movimiento en las pilas y bastiones.
Las obras en el puente tardaron 15 meses y tuvieron un costo ¢4.304 millones.
Incluyeron labores de reconstrucción y ensanchamiento de varios de los elementos principales, como la losa de rodamiento, las vigas, los bastiones, así como las pilas, los apoyos, las conexiones y las juntas de expansión, entre otras estructuras.