EscucharEl proyecto de ampliación del tramo de Barranca-Limonal, en la carretera Interamericana Norte, saldrá a licitación en dos secciones, según confirmó el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT). Es decir, se ejecutará como originalmente se había planteado hace más de seis años, cuando se lanzó por primera vez un concurso para ese trayecto.
Ahora el objetivo es que la conclusión de la obra sea encargada a dos empresas diferentes para garantizar que el proyecto no vuelva a quedar “botado”, declaró el viceministro de Infraestructura, Efraím Zeledón.
El proyecto de ampliación de ese tramo de la ruta 1 quedó en suspenso desde finales del 2022, luego de que el consorcio H Solís-La Estrella pidiera el finiquito del contrato alegando problemas en diseños y expropiaciones que impedían avanzar; mientras que el MOPT argumentó abandono de las obras por parte del contratista. Los trabajos quedaron con un avance del 18%, luego de consumir $34 millones de los $182 millones asignados para su ejecución.
La estimación del Ministerio es que se requieren $220 millones para completar los trabajos. Esos recursos provienen del préstamo para un fondo de avales, el cual fue reasignado para obras públicas.
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El nuevo cartel de licitación para Barranca- Limonal se publicará en el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop), el próximo 6 de enero. La previsión es que el proyecto quede adjudicado en el segundo semestre del 2025.
El ministro de Obras Públicas, Mauricio Batalla, aseguró que en el caso del tronco principal ya no hay expropiaciones pendientes, por lo que las labores podrían comenzar en el momento en que la adjudicación quede en firme.
Por su parte, el encargado de la unidad ejecutora, Mario Campos, explicó que además de dividir el proyecto en las dos secciones, cada una de estas se subdividirá en unidades funcionales 1.1 y 2.1. De esta forma, se separarán las obras del tronco principal de las marginales, donde aún hay terrenos pendientes de expropiar.
Las autoridades aseguraron que a pesar de que el proyecto se contratará a dos empresas diferentes, el monto estimado no subirá.
“Este costo lo habíamos estimado cuando los especialistas del BCIE (Banco Centroamericano de Integración Económica) vinieron a avalar el proyecto para asumir esta obra; no vemos razones por las cuales podría subir, más que ya hay una importante cantidad de obra que se está ejecutando o que ya ejecutó el contratista anterior. El monto son $220 millones”, afirmó el viceministro.
Además, añadió el MOPT, los tramos en los que se dividirá el nuevo proyecto, son los mismos que se habían seccionado en el pasado: Barranca-San Gerardo y San Gerardo-Limonal. Ambos completan un recorrido de cerca de 50 km.
Además de la ampliación a cuatro carriles, el proyecto incluiría los intercambios de Cuatro Cruces, Monteverde, Judas de Chomes, Guacimal-Pozo Azul y La Irma, así como la intervención de los puentes sobre los ríos San Miguel, Naranjo, Ciruelas, Seco, Aranjuez, Sardinal, Guacimal, Lagarto, Cañamazo, Congo y Abangares. También se contemplan pasos peatonales y pasos de fauna silvestre.
Proyecto Barranca-Limonal lleno de tropiezos
La primera licitación para ampliar el tramo Barranca-Limonal se lanzó en el 2018, no obstante, enfrentó una serie de apelaciones y anulaciones que atrasaron y encarecieron la obra, por lo que el anterior ministro, Rodolfo Méndez Mata, decidió iniciar un nuevo trámite, unificando en una sola sección el proyecto. Se agregó además la rehabilitación y ampliación de la entrada a Puntarenas en el sector de La Angostura.
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La contratación fue adjudicada a inicios del 2020 al consorcio H Solís-La Estrella.
Las obras comenzaron en agosto de 2020 y debían estar listas a principios del 2023. Sin embargo, se produjeron una serie de retrasos que el gobierno atribuyó a la constructora, mientras que la empresa señaló problemas en los diseños, expropiaciones y otros asuntos relacionados con la Administración.
Esa situación, sumada a las intenciones de la empresa de buscar el finiquito del contrato, llevó al MOPT a intentar ceder el proyecto a otras constructoras, sin que se pudiera concretar, lo que terminó elevando el costo del proyecto debido al tiempo que lleva paralizado.
Adicionalmente, el Estado y la empresa debieron acudir a un centro de resolución de controversias para aclarar los reclamos de ambas partes. Ese ente determinó que el Estado debía pagar a la empresa $13 millones. Ese monto es $10 millones menos de lo que el consorcio exigía por pagos pendientes, porcentaje de la garantía de cumplimiento y el llamado “lucro cesante”, es decir, las pérdidas por no completar la obra.
Por su parte, el MOPT inició en abril una serie de trabajos de conservación y rehabilitación de pavimentos y taludes, así como de señalización en el trayecto abandonado, a fin de garantizar la seguridad de los vehículos que transitan por ahí y evitar un deterioro aún mayor de las obras.
También se completó una parte de la obra en La Angostura, la cual fue habilitada a mediados de este año. Los restantes 1,5 km serían ejecutados en el 2025. según prometió el Poder Ejecutivo, aunque no se incluirán en la contratación de Barranca-Limonal.
