La avalancha de piedras y lodo que el viernes en la tarde sorprendió a las comunidades de Pacayas y Cervantes, en Alvarado de Cartago, dejó una estela de muerte y destrucción.
Cinco muertos, un desaparecido, cinco heridos, 34 personas evacuadas, seis casas destruidas y 24 con severos daños, así como cuatro puentes caídos y unos 2 kilómetros de carretera inservible, representan el saldo que dejaron las fuertes lluvias que cayeron sobre ese cantón, cuya principal actividad económica es la agricultura.
Mientras los cuerpos de socorro daban asistencia a los afectados y estos procuraban rescatar algunos de sus bienes, la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) mantenía ayer la alerta roja decretada desde la tarde del viernes.
Los mayores daños se produjeron en el distrito de Pacayas; la ciudad del mismo nombre se encontraba aislada debido a que el puente que comunica ese poblado con Cartago se derrumbó y unos 2 kilómetros de la carretera sufrieron daños muy serios.
David Meléndez, funcionario de la comisión de emergencia del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT), informó de que el lunes se iniciarán los trabajos de reparación, por lo cual esa vía estará cerrada durante varios días.
En el distrito de Cervantes, siete familias sufrieron las peores consecuencias provocadas por la misma avalancha y se hallaban ayer alojadas en el salón comunal de la localidad.
Además, centenares de lugareños se quedaron sin el servicio de agua potable pues las fuertes correntadas afectaron dos acueductos.
Asi empezo
De acuerdo con la CNE, todo este drama comenzó aproximadamente a las 5 p.m. del viernes, cuando las lluvias dieron origen a una avalancha de lodo y piedras que bajó por la quebrada Presidio, de Pacayas.
Un vehículo Isuzu, un Hi Lux y un Honda Civic fueron arrastrados cuando sus conductores intentaron cruzar uno de los puentes sobre dicho cauce.
Ese desafío a la naturaleza le costó la vida a Rafael Serrano Vargas, quien conducía el primer vehículo y cuyo cuerpo fue localizado ayer en El Descanso, Cervantes.
La misma suerte corrieron Mauricio Montero Ulloa y José María Jiménez, ocupantes del Hi Lux. El cadáver de Montero fue encontrado el sábado, prensado entre la carrocería, y el de José María a unos 600 metros del carro.
Mientras tanto, los restos de Gerardo Bolaños Jiménez -ocupante del Honda Civic- también fueron hallados en El Descanso.
Gerardo Bolaños y Franklin Alfaro Bolaños -quien fue rescatado del vehículo por una ambulancia de la Cruz Roja que en ese momento pasaba por el lugar- se dedicaban a la venta de ropa y se hallaban en la zona distribuyendo pantalones.
Como a unos dos kilómetros del citado puente, también pereció el agricultor Víctor Serrano Rojas cuando regresaba de trabajar en un repollal, con unos compañeros.
Según la versión de las autoridades, este hombre intentó cruzar una quebrada para cortar camino, pero la fuerza de la corriente pudo más. Su cuerpo apareció ayer, a las 5:30 a.m., en una zanja ubicada a unos 300 metros del sitio donde fue atrapado.
La CNE confirmó que hay un desaparecido, vecino de Pacayas, cuya identidad se desconoce.
Los aguaceros en esta fase de transición hacia la estación seca también cobraron otra víctima mortal. El sábado en la tarde, en Balsa de Atenas, falleció Douglas Oquendo -de 18 años-, cuando intentó cruzar a caballo una quebrada en el momento en que una cabeza de agua descendía y lo arrastró con el animal.
Casas en la calle
Aunque fue en Alvarado donde se produjeron los mayores daños por la avalancha, también en el vecino cantón de Oreamuno hubo consecuencias negativas.
En Oratorio, distrito de Cipreses, uno de los principales dramas se vivió en la casa de Franca Rivera Vargas, de 53 años, quien vivía con su hija.
Cuando se vino la cabeza de agua, fue arrastrada por la corriente, pero fue salvada por Abilio Granados Segura y Dónald Rivera, vecinos.
Granados manifestó ayer que desde hace varios meses pidieron, sin éxito, maquinaria a la Municipalidad para ampliar el cauce de la quebrada Presidio pues temían que se produjera una avalancha.
"Si nos hubieran escuchado tal vez no estaríamos con esta tragedia", expresó -desconsolado- este hombre.
En este mismo sector, el agua embravecida arrasó con la casa de Teresa Masís Vega, quien se puso a salvo antes que la corriente invadiera la vivienda.
Otra casa destruida fue la de Marcos Brenes Brenes, quien vivía allí con su hija, Carla Tatiana Navarro, de 11 años.
Cuando se vino la avalancha, no estaban en la casa pues se hallaban de visita donde una hermana que también vive en Oratorio.
José Brenes Montenegro, de 63 años y vecino de ese pueblo, recordó que hace 45 años se produjo una tragedia similar en la comunidad, cuando un alud sepultó a 12 personas. "Cuatro eran familiares míos y nunca fueron encontrados", rememoró.
Terrenos saturados
En criterio del geólogo Carlos Madrigal Morales, del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), la emergencia pudo haberse producido debido a que los terrenos por donde pasa la quebrada Presidio estaban saturados de agua.
Se trata, según explicó, de tierras conformadas en su mayor parte con material de las erupciones del volcán Irazú, registradas en 1963, que no se ha compactado por lo que es fácilmente filtrable por el agua.
Explicó que esas tierras, en su mayoría laderas muy pronunciadas, fueron taladas sin ningún criterio técnico para dedicarlas a la agricultura desde hace varios años.
Muerte y destrucción
La Comisión Nacional de Emergencia (CNE) estimó que los daños se registraron en un área de 30 kilómetros cuadrados. Sin embargo, las peores consecuencias de la avalancha ocurrieron en una zona de unos 10 kilómetros cuadrados.
El saldo, hasta ayer a la 1 p.m, era el siguiente:
Víctimas:
Fallecidos: 5
Heridos: 5
Desaparecidos: 1
Viviendas:
Seis destruidas
24 dañadas
Se evalúan otros casos cuya cifra no fue reportada.
Puentes y carreteras:
Un puente destruido entre San Rafael de Oreamuno y Pacayas.
Puente Los Gemelos, entre Pacayas y Cervantes, dañado.
Puente entre Llano Grande y Pacayas, dañado.
Dos kilómetros de carretera, entre Pacayas y Oreamuno, con severos daños.
Acueductos:
Dañados los acueductos de las siguientes poblaciones del cantón de Alvarado: El Descanso, San Pancracio y Los Bajos. También el de San Isidro de Cervantes y Santiago. Además, daños en los acueductos de San Martín y San Pablo de Oreamuno.